En menos de 72 horas dio un giro de 180 grados a la decisión más importante de su gestión como Intendente.
POR: JORGE ANTONIO VEGA
El Intendente Jorge Martinez completó una serie de erráticos procederes este jueves al anunciar que no hará una ampliación a las obras de la Avenida España despriorizando el proyecto que significaba entregar 800 millones adicionales a la obra.
El giro en 180 grados hace recordar cuando a solo horas de asumir como máxima autoridad regional en Valparaíso firmó por Renovación Nacional como militante, siendo que toda su vida política la vivió en la UDI, aquel "cambio de casa" tan repentino es remarcado ahora en el círculo político como un precedente de lo que ha sido su corta gestión.
Lo mismo sucedió con sus declaraciones sobre el Terminal 2 del puerto de Valparaíso, el año 2013 decía a firme que este proyecto sería un "Transantiago Porteño" con "una muralla china de contenedores que va tapar la ciudad", pero después de asumir como máxima autoridad retiró lo dicho y dijo que "en mi calidad de intendente, no apruebo ni rechazo nada, estoy esperando poder juntarme con las autoridades sectoriales y con el Presidente para evaluar cuál será la postura de nuestro gobierno".
Pero Martinez tiene más aún en su particular forma de "girar en 180 grados", días antes de la elección del Presidente del Consejo Regional dijo que "no son capaces de ponerse de acuerdo en algo tan pequeño como elegir al presidente de curso" ninguneando el cargo que posteriormente ostentó Percy Marín. Luego de asumir el cargo y recibirlo en su oficina prácticamente "enalteció" su elección mostrando una vez más su habilidad de "cambiar de opinión".
Pero lo sucedido esta semana con la ampliación de las obras de la Avenida España es hasta el momento la guinda que corona la torta de las volteretas, tras anunciar que insistiría en entregar los 800 millones a la empresa constructora y tres días después dice lo contrario.
LA SOMBRA DE JAIME PERRY
Cuesta creer que no exista el factor "Perry" en estos cambios de opinión del Intendente, a excepción del caso del Terminal 2, en todas las demás siempre el Consejero Regional Jaime Perry tiene incidencia de una u otra manera en sus actos.
Perry era a todas luces la carta más segura para asumir en la máxima testera regional en Valparaíso, prácticamente durante todo el verano su nombre estuvo en la primera línea, el apoyo de Francisco Chahuán, el senador electo más votado del país y primera mayoría regional parecía suficiente, sumado a la experiencia de Perry como Consejero Regional además de su militancia de años en Renovación Nacional, pero ya la historia es conocida, la jugada estratégica del ahora Ministro de Vivienda Cristian Monckeberg y el subsecretario de Agricultura Alfonso Vargas apoyados por conspicuos empresarios de la zona actuaron como verdaderos magos y sacaron desde un sombrero a este "militante de RN" para asumir en el cargo dejando a Perry con el traje puesto y marcando la primera muestra del distanciamiento entre el "Chahuanismo y el Intendente".
El segundo round claramente se dio en la elección del Presidente del Consejo Regional, históricamente pasaron 9 votaciones sin haber un ganador en una lucha en donde a pesar que el Intendente decía ser espectador, sus fichas estaban puestas a otro caballo y no en Percy Marín, la carta de Jaime Perry que obligó a cambiar de opinión sobre la importancia del cargo a Martinez de igual forma como se cambió de casa política.
El tercer round se dio justamente en la votación en donde se aprobó el aumento de obras de la Avenida España de 800 millones solicitado por Martinez, conocido era por el Intendente que su principal rival hasta ese minuto estaba en contra de aquella aprobación, sin embargo Martinez insistió y pese a la exposición de Perry en el pleno del Consejo Regional en donde entregó datos técnicos que el proyecto estaba sobrevalorado, se hizo caso omiso y se siguió adelante, al poco tiempo se da cuenta que Perry tuvo mucho más claridad y argumentos técnicos ante una decisión tan importante para la región la cuál ha sido poco reconocida debido a los "egos" estúpidos de la política.
La obstinación de Jorge Martinez prosiguió a tal punto que pese a las recomendaciones de Carlos Contador, director del Serviu de no pedir el aumento de obras, del pre informe de Contraloría que ya mostraba ciertas irregularidades, el Intendente seguía insistiendo.
Sumado a eso y ya con el informe final de Contraloría sobre la mesa en donde ponía en duda muchos procederes en los trabajos, fiscalización y la evidente falta al haber subcontrataciones que estaban prohibidas, el Intendente insiste una vez más en entregarle de todas formas los 800 millones de pesos a la empresa constructora como ampliación de obra.
EL EFECTO COMUNICACIONAL DE LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD
Pero quizás lo más grave de todo lo acontecido es el efecto comunicacional instalado por el propio Intendente Jorge Martinez al decir que este era "un mal proyecto" que venía con problemas de "diseño" y que no "contemplaba medidas de seguridad".
Durante semanas quedó instalado en la opinión pública que quienes habían diseñado la obra de Avenida España se habían equivocado y no había contemplado medidas de seguridad, situación que se demostró que no era así al conocerse que el proyecto inicial solo consideró un recarpeteo de la ruta que une Valparaíso y Viña del Mar, es decir una especie de "manito de gato" sin agregar nuevas obras, que serían las que se esperaban concretar con el aumento, y que al terminar el recarpeteo la ruta quedaría con las mismas medidas de seguridad que contaba hasta antes de su inicio.
El Intendente ocupó el caso de Avenida España para desprestigiar políticamente a su antecesor, hablando de un proyecto heredado, mal diseñado y que ahora lo querían terminar bien bajo su gestión, un claro aprovechamiento político dicen desde el sector opositor, en donde Martinez quería aparecer como el "gran solucionador de problemas".
Sumado a eso al momento de retractarse de entregar los 800 millones de pesos deja un manto de dudas a que su decisión se basó en las "presuntas ilegalidades" que habrían en el informe de la Contraloría, sin embargo con el pre informe en mano él pidió el dinero y con el informe final también en sus manos siguió insistiendo en entregarle esos montos a la misma constructora, cero capacidad de reconocer al menos que actuó en forma precipitada.
Sin duda aquella firma por Renovación Nacional que sorprendió a muchos y lo tazaron de darse vuelta la chaqueta es hoy un pelo de la cola ante tanta voltereta en tan solo meses de gestión lo que demuestra al menos una falta de convicción en sus actos, una ansiedad inexplicable por aparecer en un peldaño más alto que el resto usando siempre ese tono de "profesor" explicando con manzanitas, pero cuyo resultado es que queda atrapado en sus palabras dejando de manifiesto su falta de experiencia política en un cargo en donde al parecer llegó a todas luces más por descarte que por capacidad de liderazgo, era más importante al parecer "pasar la cuenta" y dejar a los empresarios contentos.
Sus próximos pasos claramente se esperan sean más calculados, la región no aguanta una "voltereta" más de su máxima autoridad, confunde a la ciudadanía pero además lo que es peor deja mal parado al Presidente Piñera, mal que mal, él es su representante en la región.
PURANOTICIA