
Una de las religiosas sufrió un fuerte golpe, luego que la camioneta la impactara y la lanzara al suelo, lastimándola en un brazo y en la cabeza.
Dos monjas de la Congregación Hermanas de la Caridad de Santa María fueron víctimas de un portonazo en el inmueble donde residen, ubicado en el sector de Santa Julia, en Viña del Mar.
En este lugar se encontraban las hermanas Andrea, oriunda de Canadá, y Gabriela, de México, quienes limpiaban una camioneta Ssangyong de la parroquia Asunción de María, del sector de Achupallas, en el que habían viajado a Rancagua.
Al ver que la extensión de la manguera no alcanzaba al vehículo, una de las religiosas decidió acercarlo, por lo que abrió la reja y retrocedió con la camioneta hacia el exterior del inmueble.
"Yo estaba lavando la llanta, dejo la manguera y me doy cuenta que estaba sentado un caballero al volante. Pensé que era un vecino que me iba a ayudar, pero no me pescaba para nada. Empecé a gritar para que saliera. Me agarré del espejo. La otra hermana que estaba conmigo también intentó impedir que escapara, pero él salió y la hermana cayó", contó la hermana Andrea al diario La Estrella de Valparaíso.
Además, la religiosa que lleva 16 años en Chile explicó que "solté el espejo porque tuve miedo que retrocediera y la atropellara".
En tanto, la hermana Gabriela, que lleva 18 años en nuestro país, comentó al matutino que "uno trata de oponerse. El golpe me tiró al suelo, caí hacia atrás, me golpeé la cabeza y el brazo. Me azotó bruscamente".
Tras dar aviso a Carabineros, se inició una investigación, la que culminó dos horas después con la recuperación de la camioneta, la cual fue ubicada en el sector de Glorias Navales, también en Viña del Mar.
(Imagen de referencia)
PURANOTICIA