José Domingo Morales Gaete dio muerte a dos peatones en San Clemente con una dosificación de 1,81 gramos por mil de alcohol en la sangre.
visitas
Una pena de siete años de cárcel deberá cumplir un conductor que fue condenado por la Ley Emilia, normativa que funciona hace un año y endurece las penas contras las personas que conducen bajo los efectos del alcohol.
La ley lleva su nombre en recuerdo de Emilia Silva, una niña de nueve meses de edad que falleció en enero 2013 luego que el vehículo en el que viajaba fuera chocado por un conductor ebrio.
El pasado sábado 24 de octubre, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Talca condenó a José Domingo Morales Gaete a penas efectivas de siete años de presidio como autor del delito consumado de conducción de un vehículo motorizado en estado de ebriedad, con resultado de muerte de Adelia de Jesús Quinteros Salas y de Orfilia de las Mercedes Amaro Quinteros, y tres años y un día como autor del delito consumado de huir del lugar de los hechos dejando personas gravemente lesionadas, las que posteriormente fallecieron, sin dar aviso a las autoridades.
Los hechos por los que fue condenado Morales ocurrieron en San Clemente, la noche del 22 de febrero de 2015.
En fallo unánime, el tribunal integrado por los jueces Iván Villarroel Castrillón(presidente), Cristian Albarrán Cáceres y Cecilia Díaz Arrué, consideró, "más allá de toda duda razonable, que el imputado fue autor del delito de conducción de un vehículo motorizado en estado de ebriedad con resultado de muerte y del delito de huir del lugar de los hechos dejando personas gravemente lesionadas".
Morales Gaete, conducía su vehículo por Avenida Huamachuco, en estado de ebriedad y sin poseer licencia que lo habilitara para hacerlo; al llegar a calle Humberto Silva, atropelló a tres peatones que en ese momento cruzaban la calzada, por un paso peatonal. A consecuencia de lo cual Adelia de Jesús Quinteros Salas, resultó prolitraumatizada, falleciendo en forma inmediata; y Orfilia Amaro Quinteros, sufrió un politraumatismo craneal, que le causó la muerte al día siguiente, en el Hospital de Talca.
En el Hospital de Talca se le practicó el examen de alcoholemia a Morales, el cual una vez analizado por el Servicio Médico Legal, determinó que conducía con una dosificación de 1,81 gramos por mil de alcohol en la sangre.
Luego del atropello y pese a la existencia de personas lesionadas, José Domingo Morales Gaete huyó del lugar, dejando el vehículo que conducía abandonado, el que fue encontrado por personal policial, sin su conductor y con el parabrisas quebrado y abollado en el capó, quienes luego de determinar que el vehículo pertenecía al acusado, lo detuvieron en el domicilio de sus padres, donde se había ocultado.
Atendida la extensión de las penas privativas de libertad impuestas, el tribunal estimó que "no cumpliéndose con los requisitos de la Ley 18.216, el sentenciado deberá cumplir efectivamente las sanciones impuestas en un centro de detención dependiente de Gendarmería de Chile, comenzando por la de mayor gravedad".
Pn/gm
AGENCIA UNO
