La mujer llegó al centro asistencial por dolores y el médico al percatarse de los síntomas llamó a Carabineros para denunciar el hecho.
En la ciudad de Calama el caso de una joven de 25 años acusada de inducirse un aborto ha abierto el debate por confidencialidad entre el paciente y médico.
El caso se trataría de una mujer que ingresó el sábado al Hospital Carlos Cisternas con síntomas asociados a la pérdida de embarazo. Al momento de ser atendida por el ginecólogo de turno del recinto, éste detectó el uso de Misotrol, fármaco que se usa para practicar abortos.
Tras esto, el médico llamó a personal de Carabineros para denunciar el hecho, quedando finalmente detenida la joven por infracción al artículo 344 del Código Penal.
Al respecto el subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows, indicó que a los médicos no les corresponde interrogar a los pacientes, ya que deben garantizarles la calidad de atención que se merecen.
Por otra parte recalcó que esta clase de situaciones deben quedar subsanadas con la ley sobre despenalización del aborto, la cual se está tramitando en el congreso.
Mientras la presidenta del Colegio de Matronas, Anita Román, comentó que fueron violados los derechos humanos de la joven y que el doctor que la atendió y denunció, debiese pedirle disculpas por lo sucedido.
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