Este abogado de 65 años, ex rector de la U. de Valparaíso, hizo un repaso de sus años como escolar, universitario y su experiencia laboral, la que espera aplicar en caso de ser elegido como el primer Gobernador Regional de Valparaíso.
Su figura es asociada casi de manera inmediata a la educación. Su hablar, pausado y correcto, demuestra que su manejo comunicacional es importante. Y es que sus 12 años al mando de la Universidad de Valparaíso y sus cinco a cargo de la Vicepresidencia ejecutiva del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH) no fueron en vano.
No obstante, este rol en la educación pública del país quedó atrás el pasado 1 de julio, cuando Aldo Valle Acevedo dejó atrás a la Universidad de Valparaíso, para avanzar en un viejo anhelo: la política, instancia desde donde asumió una candidatura a la Gobernación Regional de Valparaíso, independiente respaldado por el Partido Socialista (PS) y el Partido por la Democracia (PPD), quien deberá verse las caras ante Cristian Mella, representante de la Democracia Cristiana (DC).
Nacido en Til Til el año 1955, este abogado y académico de 65 años, hizo un repaso con Puranoticia.cl tanto por sus años de escolar, recordando sus viajes desde La Cruz hasta Valparaíso para asistir al liceo Eduardo de la Barra y después a la entonces U. de Chile (sede Valparaíso) para estudiar Derecho; como por su vida laboral, donde la educación, el rubro de gran parte de su vida, promete ser uno de los sellos que pretende implementar en caso de ganar la elección del 11 de abril.
¿Cómo es que nace esta candidatura a la Gobernación Regional de Valparaíso?
- Nace porque siempre he tenido un compromiso con las causas que van en favor de quienes se hayan en una condición desventajosa o de vulnerabilidad en la sociedad. Desde joven tengo ese compromiso. He tratado de mantener consistentemente y ahora lo veo como un deber, y lo siento así, en que uno puede emitir opiniones críticas, pero con un límite. En el sentido que uno no puede vivir emitiendo opiniones, sino que en algún momento debe asumir responsabilidades, porque a veces es fácil decir 'mira qué mal lo hace', pero lo más leal del punto de vista cívico, de moralidad pública es que uno diga si puedo también contribuir ante los desafíos que tenemos, en esta coyuntura. Tenemos ad portas un plebiscito después del cual se podrá redactar una nueva Constitución. Es obvio que el sistema político ha alcanzado niveles precarios de deslegitimización social y eso no puede continuar. Entonces uno tiene que hacerse parte activa y no sólo ser un observador.
¿Cómo tomó su familia y su núcleo de amigos esta candidatura? ¿Qué le dijeron?
- En general, mi familia lo ha tomado muy bien. No todos tenemos las mismas opiniones políticas, pero desde luego que cuento con el apoyo o al menos con el respeto de una decisión libremente adoptada, de modo que también estoy muy contento por eso, porque hay obviamente un componente en el núcleo familiar que es básico para que uno pueda asumir con tranquilidad, sin culpas de ninguna especie. Me siento muy apoyado por mi familia en esto.
Considerando sus años ligados a la educación, ¿será éste uno de los énfasis de su eventual gestión?
- Desde luego. En la región es muy importante que nadie se vea excluido de la educación. Ojalá una educación del mejor estándar posible, en razón que vive en una comuna alejada, que su familia no dispone de una capacidad de pago para una educación de calidad. Educar a la sociedad, a las niñas y a los niños, es la principal inversión, la principal política pública. Y obviamente que hay otras muy importantes, la región tiene desafíos del punto de vista productivo, de la empleabilidad, tiene urgencias en resolver conflictos medioambientales que están causando estragos en algunas comunas, pero la educación es algo que la autoridad pública siempre debe tener como prioridad.
¿Cómo ve actualmente a la región de Valparaíso?
- La veo deprimida, con serios déficit del punto de vista de su estructura productiva, lo que hace que la región pierda mucho talento, que finalmente se tiene que ir a otras regiones del país. Estamos, desde luego, con una dependencia, subordinación del punto de vista de decisiones de política pública, que la región de Valparaíso no se merece, porque cuenta con recursos, capacidades profesionales, académicas, tiene una red con tres puertos muy relevantes como Valparaíso, San Antonio y Quintero; y resulta que respecto de cómo la región vincula esas capacidades a su desarrollo, la región es mera observadora. Ahí necesitamos una voz muy clara, ojalá siempre dispuesta al diálogo, pero también muy firme, en razón de que no podemos depender de las decisiones que toman las frondas tecnocráticas y administrativas.
¿Cuál es su opinión de la gestión de Jorge Martínez al mando de la Intendencia Regional?
- Yo creo que la gestión se ha visto limitada por estos mismos factores que nos hacen ser un país con un centralismo ortodoxo, propio del Siglo XIX o de democracias muy defectuosas que siguen concentrando el poder en Santiago. Al margen del ánimo y voluntad que puedan tener las autoridades administrativas en las regiones, siguen subordinadas a la decisión del Ministerio o de La Moneda, sin que puedan establecer diálogos que hagan parte a los demás, y a los que piensan distinto, porque tienen que someterse a una decisión y mal pueden establecer diálogos fecundos y efectivos si saben que la decisión la va a tomar alguien que no estuvo en ese diálogo y que tiene autoridad suficiente. La actividad del intendente se ha visto limitada por esa situación que, ojalá, avancemos desde la región en superar, en cuanto se transfieran las competencias, porque sin esas competencias es poco lo que se hará y a lo mejor la primera lucha que se deberá dar es que se transfieran competencias de decisión política a las regiones
¿Qué opina del manejo y la ejecución presupuestaria que ha tenido la región?
- Siempre ha habido una falta de ejecución, un déficit. Eso significa que disponiendo de recursos del erario público, sin embargo, no tenemos la capacidad, la decisión de poder materializar esa inversión. Tenemos necesidades urgente de infraestructura, de conectividad. Yo estudié gracias al tren, yo tomaba tren en la estación de La Cruz, donde vivía, y viajé al liceo Eduardo de la Barra, en Valparaíso; después a la escuela de Derecho de la hoy Universidad de Valparaíso, pero en ese entonces Universidad de Chile, sede Valparaíso. Eso significó para mí un gran recurso democrático, porque me permitió acceder a una educación secundaria y luego universitaria, que creo que sin ese tren habría sido mucho más difícil.
¿Cambiaría algo acerca del rol que debería tener el Consejo Regional?
- Yo creo que el Consejo Regional debiera continuar con sus tareas propias de un órgano colegiado que debiera reunir todavía más competencias, como por ejemplo dar más ejecución presupuestaria, porque buena parte de esa ejecución se debe a que dependemos de decisiones administrativas en el ministerio tal y de gente que está muy lejos de la región y que no tiene los apuros que tenemos nosotros.
¿Qué opina de la demanda de crear la región de Aconcagua?
- Me parece que esa demanda se inspira en un hecho que es también un déficit democrático que tenemos en el país. El mismo centralismo que vivimos a nivel nacional se reproduce también al interior de las regiones, y eso genera una demanda por mayor integración. Yo creo que debemos buscar en conjunto, sobre la base del diálogo, una mayor integración, de modo que no resulte para los habitantes del Valle de Aconcagua, resulte ser una desventaja estructural estar lejos de las ciudades más pobladas de la región. Eso hay que evitarlo y hay que buscar la fórmula que permita no reproducir el mismo centralismo que reclamamos del Estado a nivel central y de esta manera tener una región más democrática. Esa demanda creo que merece toda la atención y todo el estudio y análisis que nos permita buscar las mejores respuestas, porque tiene un fundamento real.
Considerando que Valparaíso es una ciudad históricamente reconocida como portuaria, pero sabiendo que hoy por hoy San Antonio lleva la ventaja, ¿qué se puede hacer para incrementar esta condición en Valparaíso? ¿Tiene alguna propuesta o deseo en ese sentido?
- No tengo una propuesta específica que señalar ahora. Lo digo muy francamente. Pero creo que es evidente que Valparaíso requiere de una ley especial de incentivo, y creo yo que en esa ley, que no debe atender sólo al puerto, pero allí debe haber una solución para que en definitiva el puerto resulte ser un soporte del desarrollo de la región y no sea sólo una estación de el crecimiento económico que la región mira desde lejos y a veces desde muy lejos, porque nada de los efectos de ese crecimiento puede ser motivo de bienestar para quienes en esta región sirven a esos mejores frutos del crecimiento económico.
¿Qué planes tiene para hacerle frente a la sequía, que es uno de los principales problemas de la región, principalmente en la zona interior?
- Me parece que uno debiera distinguir aquí: es cierto que tenemos unos periodos muy prolongados de sequía. Ese es el hecho natural, pero además, hay aquí una causa que no está asociada al hecho natural, sino que asociada a las relaciones de propiedad, a las relaciones sociales que hay en el país respecto del agua, y del derecho de uso y consumo del agua. Cuando usted todo lo convierte en mercado, entonces lo que tenemos constituido es un mercado del agua, desde luego que quedamos en ese momento con un problema muy grave. Por eso, creo que en el debate constitucional se debe buscar un nuevo régimen jurídico para el agua, porque es obvio que en la región estamos padeciendo mucho más en razón de estos derechos de apropiación, que están concebidos de tal manera que terminan haciendo que el agua sea un bien escaso, no por razón de causas naturales, sino por sobre todo por situaciones de apropiación que en definitiva excluyen a los sectores más vulnerables de un derecho tan básico como el agua.
¿Por qué la ciudadanía debe votar por Aldo Valle?
- Es difícil habla de sí mismo, pero cuando uno es candidato debe hacer un esfuerzo. Alguna vez he sido candidato en otras ocasiones, y más que decir por qué por Aldo Valle, yo diría que a la hora de tomar una decisión sobre un candidato, es fijarse más bien en lo que ha hecho que en lo que dice que va a hacer, porque el votante respecto de lo que ha hecho puede tener evidencias, a favor o en contra; respecto a lo que dice que va a hacer, es muy difícil, porque está hablando de lo que hará a futuro. Para mí, en ese sentido, la consistencia, la coherencia con que las personas hemos vivido es muy relevante y entonces yo he hecho un esfuerzo en las tareas que he asumido por generar siempre una confianza pública y una disposición para el diálogo, para escuchar y actuar con ecuanimidad, porque es muy importante que los países tengan esa capacidad, por una parte de poner sobre la mesa sus diferencias. Uno tiene que hacer un esfuerzo para que en esos supuestos de que siempre habrá conflictos, y que es necesario saber encausar esos conflictos, hacerlo con disposición al diálogo, para reconocer el mejor argumento y generando la confianza pública que se necesita, porque cuando la ciudadanía desconfía de sus autoridades, instituciones o sistema político, estamos en un problema mucho más grave que las asimetrías que hay en la sociedad.
PURANOTICIA