Abogado, Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales, y candidato a constituyente, inauguró el año académico de la Facultad de Derecho de la U. Andrés Bello.
Destacando la importancia jurídica, política y económica de la nueva Constitución, el profesor y Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales, Agustín Squella, inauguró el año académico de la Facultad de Derecho de la Universidad Andrés Bello (UNAB) en una reunión virtual en la que participaron cerca de 100 personas, entre alumnos, ex alumnos y académicos del plantel.
En su charla magistral, el abogado y ex rector de la Universidad de Valparaíso, sostuvo que "las constituciones modernas no sólo organizan y fijan límites al poder, sino que también establecen objetivos a alcanzar en materia económica y social. Así, por ejemplo, la nueva Constitución podría establecer un principio de equidad tributaria, hoy ausente de la actual, que podría llevar a cambios en el actual sistema tributario, haciéndolo más progresivo que regresivo".
Squella, que además es candidato a la Convención Constitucional por el Distrito 7 (zona costera de la región de Valparaíso), aclaró que "todos los convencionales no van a llegar a la Convención cada uno con su propia Constitución bajo el brazo para echarla a pelear con los proyectos de otros; sí llegarán con planteamientos e ideas, pero con disposición a reexaminarlas, incluso a rectificarlas y a cambiarlas por otras, como resultado de la conversación y del debate que se va a dar al interior de la Convención".
Squella también tiene expectativas de que la Convención itinerará por el país, ya sea como pleno o en comisiones para recibir de manera directa los puntos de vista de las regiones: "La Convención no va a trabajar a puertas ni a ventanas cerradas; los integrantes se van a escuchar entre sí y todos ellos a su vez van a escuchar a una ciudadanía que podrá organizarse para hacer llegar planteamientos a la convención". En este contexto insistió en que la ciudadanía "deberá acompañar a la convención, pero no rodearla; hablarle, pero no gritarle; la ciudadanía podrá participar, pero no twittear porque participar es más exigente que colocar 140 caracteres".
Por eso mismo remarcó la necesidad de cuidar el lenguaje porque considera que existe un empobrecimiento y una degradación del lenguaje: "Cuando perdemos las palabras lo que perdemos son las cosas que decimos y olvidamos las cosas que nombrábamos con ellas; perder palabra es mucho más que perder lenguaje, es perder realidad. ¿Cómo se conserva el lenguaje? Leyendo. El mismo derecho se sustenta en el lenguaje. Estudiar derecho en alguna medida importante, es estudiar textos, pero quienes trabajan en derecho necesitan inteligencia jurídica antes que memoria".
El profesor Squella remarcó que "no cabe duda que se va a partir desde una hoja en blanco, pero no desde cero porque no estamos en un momento refundacional de la República, no estamos en 1810, sino que bien entrado el siglo XXI y tenemos una historia constitucional a nuestras espaldas. Hay una doctrina constitucional de grandes constitucionalistas del pasado, pero también una doctrina constitucional actual encarnada en estudios, investigaciones, libros de un conjunto muy importante de nuevos constitucionalistas. Y no desde cero porque, además, tenemos una jurisprudencia constitucional. Nos guste o no nos guste la Corte Suprema ha desarrollado, a lo largo de los años, una jurisprudencia y ni que decir el TC. Y no desde cero porque la convención va a tener a su disposición otras constituciones de otros países: antiguas o recientes, y cuando se va a redactar un cuerpo jurídico ayuda mucho analizar experiencias comparadas".
Ante la consulta de cómo pueden participar los estudiantes de derecho en este proceso constituyente, sugirió que "deben prepararse y organizarse para eso; reunir información sobre contenidos, debatir y llegar a conclusiones que debidamente trabajadas, puedan tener una incidencia neta. Lo mismo para los profesores y mejor sería si lo hacen en conjunto".
Finalmente, respecto al laicismo en Chile, que fue otra de las preguntas de los alumnos, Squella indicó que "existe el Estado confesional; el Estado religioso que ayuda a todas las religiones por igual -y que de alguna forma ha sido el que tiene el Estado chileno-; el laico que deja a las religiones actuar, pero no las ayuda, y por último, está el Estado laicista que sería antirreligioso. Pero Chile no va a ser ni Estado confesional ni laicista; estará entre el Estado religioso y el laico".
En medio de la intensa campaña como candidato a constituyente por el Distrito 7, el profesor Agustín Squella sigue trabajando en su agenda académica. Retomó su curso de Filosofía del Derecho en la Universidad de Valparaíso y presentó dos libros: "Cuando íbamos a ser libres. Documentos sobre las libertades y el liberalismo en Chile (1811-1933)", publicado por el Fondo de Cultura Económica (FCE) y "Constitucionalismo y procesos constituyentes", de Francisco Zúñiga y Jaime Gajardo, textos que salieron a la luz en febrero de este año.
A esto se suma el taller vía telemática que realizará después de las elecciones sobre Democracia y Desobediencia, que son dos temas a los que ha dedicado igual número de libros en los últimos tres años. "Debemos preferir la democracia? Por supuesto. Debemos obedecer o desobedecer? Depende. Toda obediencia o desobediencia debe ser reflexiva, no dogmática", indicó.
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