Artesanías en fibras naturales y alimentos en base a harina de lupino dulce, fueron algunas de las iniciativas de empresas indígenas que se destacaron en Enexpro Innovación Alimentaria.
Una positiva recepción obtuvieron los dos emprendimientos exportadores de pueblos originarios que se presentaron en la reciente Enexpro Innovación Alimentaria, destacó Alejandra Antilef, coordinadora nacional de Pueblos Originarios de ProChile.
Se trató de Noelia Durán Veri-Veri de Rapa Nui y Jaime Huincahue de la empresa NG-Seeds de La Araucanía. La primera es una artesana en fibras naturales y el segundo encabeza una cooperativa mapuche que produce harina de lupino dulce. Ambos expusieron sobre sus experiencias como emprendedores de pueblos originarios y orientados hacia el comercio internacional en la “Enexpro Innovación Alimentaria” que realizó ProChile a principios de diciembre.
Noelia Durán Veri-Veri explicó que sus productos forman parte de la tradición cultural polinésica de Rapa Nui y que es una costumbre de toda la comunidad, de confeccionar sus propios tocados para festividades y acontecimientos importantes. Como se trata de un territorio fuertemente orientado al turismo internacional, gran parte de sus clientes son extranjeros, quienes aprecian enormemente la autenticidad y sello cultural que tienen estas artesanías y confecciones en fibras naturales que realiza la comunidad local.
En el caso de Jaime Huincahue, indicó que también se trata del fruto de un trabajo de una comunidad mapuche que integran más de un centenar de familias de agricultores, quienes han incorporado el lupino dulce como uno de los cultivos con que rotan anualmente en el uso de las tierras comunitarias, junto al trigo, remolacha y avena.
Una de las claves para los buenos resultados fue organizarse en forma de cooperativa y buscar asociaciones. La primera fue con el Centro de Genómica Agroacuícola (GCNA) para el desarrollo de una semilla única de lupino dulce con 60% de contenido proteico, que presenta la mayor concentración de proteína vegetal en el mundo. La segunda fue con la empresa Terrium, la que a partir de la harina de lupino dulce produce premezclas para waffles y pancakes, los que se exportan a Estados Unidos y se comercializan a través de plataformas de comercio electrónico.
“Estos dos casos son excelentes ejemplos del valor único que tienen los productos que cultivan y elaboran las comunidades de pueblos originarios chilenos. Mapuche y Rapa Nui forman parte de una tradición cultural que estaba presente en estos territorios muchos siglos antes de la llegada de los europeos y que, pese a todas las transformaciones, han logrado mantener sus costumbres e identidad”, señaló Alejandra Antilef.
“En ProChile hemos desarrollado el Programa Pueblos Originarios para apoyar a estos emprendedores, porque creemos que a través del comercio internacional podemos contribuir a que sus tradiciones y costumbres ancestrales no se pierdan. Queremos incentivarlos a que las mantengan vivas en las nuevas generaciones, para que su valor agregado sea apreciado no solo en Chile sino también en otros países, y así también reciban un trato justo cuando lleguen a los mercados”, concluyó.
PURANOTICIA