Una de las situaciones reveladas por el órgano de control dice relación con que la firma pagó -entre 2016 y 2017- más de $2.537 millones para contratar "servicios transitorios" a cuatro empresas, "sin fundamentos que la sustente"
Luego de detectar irregularidades relacionadas a millonarias contrataciones a empresas privadas y el nombramiento ilegal de una jefatura cuyo titular carecía de título, la Contraloría General de la República ordenó una serie de sumarios a la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP).
Y es que según consta en el Informe Final Nº 622 del ente fiscalizador, esta empresa estatal gastó más de $348 millones en servicios denominados "head hunter", los cuales llevó a cabo por medio de la contratación directa, vale decir, sin realizar una licitación para hacer más eficiente el uso de los recursos del Estado.
Junto a ello, Contraloría estableció que ENAP pagó diferencias de precios a tres empresas dedicadas al rubro, equivalentes a $38 millones por "igual servicio", sin existir una justificación administrativa, según consigna radio Biobío.
Además, se acretó que ENAP pagó más de $2.537 millones para contratar "servicios transitorios" a cuatro empresas, situación llevada a cabo entre 2016 y 2017 y "sin fundamentos que la sustente". Esta situación fue posible luego que el 2014 excluyera de la Norma Corporativa de Aprovisionamiento, lo que permitió dichas adquisiciones.
Este hecho pasó casi inadvertido por la ciudadanía, puesto que ENAP, al ser una empresa del Estado, está fuera de la supervigilancia del Consejo para la Transparencia, por lo que sólo basta con publicar información general en su sitio web.
Las irregularidades detectadas por Contraloría también hablan del pago de honorarios, por $18 millones, a Eduardo Loyola Osorio, quien trabajó como mediador en la negociación colectiva de 2015. El problema radica en que la firma estatal no mantiene registros que acrediten el trabajo realizado por este asesor. Lo otro, es que Loyola es un reconocido lobbista ligado al Partido Socialista, partido al que pertenece como secretario general Pablo Velozo Alcaide, quien lo contrató.
Otra situación irregular fue la labor desempeñada desde 2011 a 2018 por la egresada de derecho, Claudia Sandoval, quien incluso trabajó como gerenta de Etica y Cumplimiento de la ENAP; esto, mientras la normativa de la empresa indicaba que este y otros puestos debían estar cubiertos por personas con título profesional.
Todo lo anterior cobra mayor sentido tomando en cuenta que el 2018 la firma nacional tuvo una pérdida de US$ 232 millones.
El último hecho revelado por Contraloría es todo un escándalo, pues se estableció que el 2019, el entonces gerente general de ENAP, Enrique Dávila Alveal, logró que su pareja, la ingeniera comercial Paula Hidalgo, aumentara su sueldo desde $600.000 a más de $9 millones. A esto se suman viajes con fondos fiscales a Brasil, México, Francia, Italia y Estados Unidos, entre otros países.
ENAP respondió al ente fiscalizador señalando que se comprometían a realizar "todas las investigaciones" que indica la Contraloría en su Informe Final y, de ser el caso, "pondremos ante los organismos pertinentes cualquier hallazgo o irregularidad que podamos detectar". A ello agregaron que la investigación "va en la línea que ha definido el directorio y la administración de ENAP desde agosto de 2018, trabajando en la implementación de una serie de medidas orientadas a transparentar la gestión de la compañía y establecer un estricto control de sus recursos".
Finalmente, aseguraron que entre 2018 y 2019 instruyeron 38 auditorías internas con el objetivo de clarificar procesos de contratos, inversiones, gastos de personal y asesorías, entre otros.
PURANOTICIA