Legisladora socialista sostiene que se debe reconceptualizar la mirada y el enfoque de este tipo de políticas de Gobierno hacia las pequeñas y medianas empresas.
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Columna de opinión: Isabel Allende Bussi, senadora por la región de Valparaíso.
En las últimas semanas hemos presenciado cómo muchos comercios han debido bajar de manera definitiva sus cortinas. Lo vemos principalmente en comunas como Valparaíso y Viña del Mar, donde los representantes de los gremios del turismo y comercio lo han evidenciado desde el comienzo de esta crisis sanitaria.
Entonces la pregunta es ¿qué hacemos para ir en su apoyo? La respuesta parecía estar en los instrumentos que el Gobierno ha creado y puesto a disposición de las familias y empresas para enfrentar la difícil situación que experimentan. Sin embargo, a casi cuatro meses de decretado el estado de excepción constitucional, sabemos que las políticas y herramientas públicas han sido insuficientes y, en algunos casos, decrecientes y con criterios de focalización inalcanzables para muchos.
Este fin de semana el Partido Socialista (PS) de Chile -junto al Instituto Igualdad- dio a conocer un informe y diagnóstico de la aplicación del Crédito FOGAPE, en el que se observa que la medida dispuesta para apoyar principalmente a las PYMES, no está llegando a quienes lo requieren, o bien lo hace de manera tardía y con montos insuficientes para la realidad y necesidad que vive este sector.
Hemos sostenido reuniones de trabajo con distintos actores de las micro y pequeñas empresas de la región de Valparaíso, en todas ellas el diagnóstico es similar: "El crédito de la banca, y los subsidios directos de otras instituciones como Sercotec y Corfo, no están llegando".
A esta realidad, el PS ha propuesto desde hace bastante tiempo una serie de mejoras, las que se resumen en modificar la normativa del FOGAPE para quitar las barreras de acceso a MIPYMES: eliminar el deducible para este tipode empresas; posibilitar que las garantías se consideren a partir de carteras de clientes y no como créditos individualmente considerados; mejorar las condiciones de suspensión de créditos previos y estandarizar tasas de interés, entre otras.
La realidad nos golpea fuertemente, pues nuestra región presenta índices de desempleo superiores al promedio nacional, y las MIPYMES son fundamentales en esta área.
Creemos que se debe reconceptualizar la mirada y el enfoque de este tipo de políticas, pues el Gobierno, al presentar números macro, describe una realidad que no compartimos, pues las microempresas, aquellas cuyo nivel de ventas es de entre 1 millón de pesos o un poco más, o bien pertenecientes a rubros como el Turismo y la Hotelería, no están recibiendo apoyo y la Banca, además, las considera riesgosas a la hora de calificarlas para eventuales créditos.
Debemos también darle un rol distinto y preponderante al BancoEstado, principalmente respecto de microempresas y el sector más informal, pues su rol como empresa estatal, no puede ser el mismo que un banco privado. Aquí surge la necesidad de articular políticas con organismos estatales como SERCOTEC, INDAP, y CORFO.
El Gobierno está al debe en ésta y otras materias, realiza anuncios con grandes titulares y recursos a distribuir, pero lo cierto es que cada vez que conversamos con los ciudadanos, estos manifiestan todo lo contrario: los créditos no llegan, el IFE es insuficiente y engorroso, y la clase media se convierte en un nuevo segmento con niveles de vulnerabilidad que hasta ahora no se presentaban.
Creemos en el diálogo y en los acuerdos, no obstante ello, estos deben ser fructíferos y manifestarse en políticas y apoyos concretos. Como parlamentarios hemos aprobado las medidas creadas por el Ejecutivo, sin embargo no podemos dejar de manifestar nuestra preocupación e identificar las debilidades, los incumplimientos de lo acordado y principalmente, las trabas que presentan las políticas públicas impulsadas.
Las trabajadoras de casa particular, el sector del agro y sus pequeños campesinos, los colectiveros, pescadores, transportistas escolares, los dueños de restoranes y cafés, el comercio detallista, y los pequeños hoteleros siguen esperando, y ya no quedará tiempo para ir en su apoyo, pues una vez que salgamos de la emergencia sanitaria será tarde para enfrentar y recuperar nuestra economía local.
PURANOTICIA
