El director ejecutivo para la División de las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, señaló que Carabineros de Chile requiere una reforma urgente para su profesionalización.
El director ejecutivo para la División de las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, señaló que Carabineros de Chile requiere una reforma urgente para su profesionalización, ya que "actúa habitualmente con extrema violencia y con procedimientos ilegales".
En una entrevista que concedió al canal internacional de televisión de la Deutsche Welle (DW), a raíz del caso del menor empujado por un carabinero al río Mapocho desde el puente Pío Nono, el abogado expresó que "nosotros, como HRW, hicimos una investigación en terreno en Chile hace un año y elaboramos un informe con propuestas concretas, que tienen que ver con el reclutamiento, la capacitación, con el entrenamiento y fundamentalmente con mecanismos de control eficaces para preservar la disciplina y para profesionalizar Carabineros, que lamentablemente actúa habitualmente con extrema violencia y con procedimientos que son ilegales, de acuerdo a la legislación chilena y a los estándares internacionales".
El abogado chileno también fue crítico de la clase política, al señalar que "en los hechos ha existido por parte de la clase política chilena, desde la recuperación de la democracia, un abandono hacia lo que representa la necesidad de reformar la policía".
"Lo que los distintos gobiernos democráticos han hecho desde 1990 es más bien incrementar la dotación de la policía, pero sin promover reformas dirigidas a mejorar el trato de la policía con los civiles, con la población y establecer mecanismos internos que los lleven a un nivel más alto de profesionalización, evitando que exista un encubrimiento habitual cuando cometen abusos, excesos o crímenes", apuntó.
"Esta es una asignatura pendiente -continuó- que espero que a raíz de todos estos escándalos se tome en serio si se realicen las reformas que la policía requiere".
Por último, Vivanco explicó que si bien el proceso de cambio constitucional podría ser una oportunidad de reformular la policía uniformada, los cambios más urgentes no requieren una nueva Constitución.
"Un proceso de reforma constitucional va a permitir repensar la misión, la función, las tareas que debe cumplir una policía en el siglo 21, que esté al servicio de la población y no una policía esencialmente represiva y discriminatoria, como lamentablemente es con la que cuenta Chile. Pero independientemente del proceso constitucional, sí se pueden hacer reformas que tiendan a mejorar el entrenamiento, la capacitación, la rendición de cuentas y los mecanismos de control de la policía chilena", culminó.
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