El Departamento de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo informó que las ventas minoristas presenciales cerraron el 2020 con una baja de 21,3%,
El Departamento de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CNC) informó que las ventas minoristas presenciales cerraron el 2020 con una baja histórica de 21,3%, luego de haber registrado un retrocedo de 3,4% en diciembre.
Pese a haber evidenciado un alza en las cifras, de 9,7% en términos totales y de un 1,8% en términos locales durante el último trimestre de 2020, no se pudo compensar el descenso registrado en los primeros nueve meses de la temporada, debido a la crisis sanitaria y económica por la pandemia de covid-19.
En términos semestrales, la segunda mitad del 2020 marcó una baja de 7,5% en ventas totales y una caída de 12,7% en términos de locales equivalentes, bajas significativamente menores a las marcadas en la primera mitad del año donde el sector sufrió por varios meses el cierre de sus locales debido a las cuarentenas.
Finalmente, informaron que las ventas presenciales minoristas de la Región Metropolitana mostraron en diciembre un alza de 4,6% real anual, tras haber crecido un 13,2% en noviembre, marcando así un tercer mes de crecimiento tras las fuertes bajas entre marzo y septiembre. De esta manera en 2020 el índice registra una baja histórica de 18,1%.
Al respecto, la gerente de estudios de la CNC, Bernardita Silva, sostuvo que "las ventas minoristas presenciales en la Región Metropolitana marcaron un positivo resultado en diciembre, pero se desaceleraron respecto a octubre y noviembre, meses donde influyó fuertemente la baja base de comparación producto de la crisis social de 2019".
"En el último mes del año también favoreció una menor base de comparación, pero en menor medida que los meses previos, junto con una mayor liquidez producto del segundo retiro del 10%, pero por otro lado impactó de manera negativa la vuelta a fase dos en la región, con cierres durante los fines de semanas en el comercio no esencial, lo que se evidencia en las bajas registradas en las ventas presenciales de gran parte de las categorías evaluadas. De esta manera, el último trimestre del año mostró un crecimiento tras nueve trimestres de caídas, sin embargo, el año 2020 cierra con una baja histórica de 18,1% real producto de la crisis sanitaria-económica que atravesamos", añadió.
Además, recalcó que en el escenario de pandemia "el Comercio ha sido de los sectores más afectados, sobre todo en lo que se refiere al comercio presencial, donde lo peor se vivió durante el segundo trimestre del año ante la imposibilidad de poder operar, con bajas en las ventas de 50,2% real. Luego, junto con el levantamiento de las cuarentenas en varias comunas, se produjo una fuerte aceleración del sector a partir de agosto, la que no solo responde al desconfinamiento, sino que coincidió con el primer retiro del 10% de las AFP, el que produjo un alto impacto en la demanda de los hogares y que coincidió con la entrega de otras ayudas fiscales que colaboraron en este impulso".
En esa línea, detalló que "se sumaron también fuertes promociones y activación de compras pendientes durante los meses de mayor encierro. Todas estas variables de carácter transitorio impulsaron el consumo en la segunda mitad del 2020, sobre todo de bienes durables y en el último cuarto del año el sector también se vio favorecido por una menor base de comparación dado el negativo impacto de la crisis social a fines de 2019 y por el segundo retiro del 10% a fines de año".
"Por otro lado, la confianza de los consumidores medida por GFK Adimark lleva 30 meses en terreno pesimista, en línea con los resultados del sector minorista, tocando fondo durante el segundo trimestre de 2020; luego fue ganando terreno en el tercer trimestre para estabilizarse en los últimos tres meses del año, sin sobrepasar eso si los 30 puntos y lejos de los 50 que indican un nivel de equilibrio. Se ha acelerado la disposición en compra de artículos para el hogar, pero las expectativas sobre la situación económica del país han decaído. Existe alta preocupación por la estabilidad laboral y, si bien variables transitorias han acelerado el consumo, los ingresos familiares han sido fuertemente afectados por el alto desempleo", complementó.
"Se viene entonces un año de grandes desafíos y no libre de incertidumbre, a la situación actual de rebrote del virus se suman los procesos políticos internos que se vivirán el 2021 y en materia económica se hace imprescindible recuperar el empleo formal y la inversión para volver a los niveles previos a la crisis", cerró Silva.
PURANOTICIA