El proyecto, que ahora volverá a la Cámara de Diputados, establece la figura del trabajo adolescente protegido, entre los 15 y 18 años, siempre que no se trate de trabajo peligroso.
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La unanimidad de la sala del Senado aprobó y despachó a tercer trámite el proyecto de ley que adecua el Código del Trabajo en materia de protección de los niños, niñas y adolescentes en el mundo del trabajo, y que tiene por objetivo compatibilizar las normas existentes sobre trabajo de menores de edad con los diferentes acuerdos internacionales suscritos por Chile sobre protección de la niñez.
El proyecto, que ahora volverá a la Cámara de Diputados, establece la figura del trabajo adolescente protegido, entre los 15 y 18 años, siempre que no se trate de trabajo peligroso y que por su naturaleza, no perjudique su asistencia regular a clases ni su participación en programas de orientación o formación profesional, según corresponda.
Además, la iniciativa establece jornadas de trabajo de hasta 30 horas semanales, distribuidas en un máximo de 6 horas diarias, en período escolar, y hasta 8 horas al día en vacaciones escolares.
Asimismo, se dispone que las labores remuneradas sean tareas que puedan ser calificadas como propias de un adolescente.
La normativa también exige que se cuente con autorización del padre o madre, ambos o quien tenga al adolescente a su cuidado, y se debe acreditar que el joven haya concluido su educación media o que esté cursando esta o la educación básica.
A su vez, el empleador debe informar a la Oficina Local de la Niñez o al órgano de protección administrativa de la niñez que corresponda de la contratación respectiva.
El texto, además, enfatiza en que los niños, niñas y adolescentes con o sin edad para trabajar no podrán realizar labores o faenas que requieran fuerzas excesivas, ni en actividades que puedan resultar peligrosas para su salud, seguridad o moralidad, y considera como trabajo peligroso aquel trabajo que, por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo, es probable que dañe o afecte su salud, seguridad o desarrollo físico o psicológico.
Por último, dispone de una serie de sanciones y por la contratación con infracción de las normas que se establecen y van en un rango general de 2 a 300 UTM.
El senador Juan Pablo Letelier (PS) fue el encargado de informar los alcances del proyecto e indicó que "en la Comisión de Trabajo se aprobó que, contando con los permisos, los jóvenes en edad para trabajar sí lo podrán hacer en servicios de restaurantes y cocinas, aunque haya venta de alcohol, siempre y cuando ellos no participen en el proceso. Tenemos la convicción de que el trabajo infantil es inaceptable y los jóvenes en edad para trabajar, que lo puedan hacer de manera regulada".
A su vez, la senadora DC Carolina Goic apuntó, durante el debate, que "no solamente nos ponemos a tono en proyectos de niños y adolescentes, sino que también honramos la larga serie de legislaciones en donde la prioridad de un niño sea el continuar sus estudios y los que tienen edad para trabajar, esto siempre se haga en condiciones que garanticen su integridad, salud y desarrollo".
La senadora Jacqueline van Rysselberghe (UDI) planteó que "se trata de regular el trabajo peligroso, sobre todo para adolescentes en edad de trabajar, es decir entre los 15 y 18 años, y efectivamente la idea es protegerlos de conductas que puedan mal influenciarlos o afectar su salud".
El senador Rodrigo Galilea (RN), en tanto, destacó que "el adolescente en edad de trabajar que no esté estudiando, no puede trabajar, eso es bien relevante. (...) Tiene que compatibilizar ambas cosas, por eso la jornada máxima es de 30 horas semanales".
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