En términos globales, esta rebaja en las cuentas significaría una pérdida para las distribuidoras de US$ 1.200 millones en cuatro años.
El Senado aprobó en general el proyecto que modifica la Ley General de Servicios Eléctricos y que apunta a rebajar la rentabilidad de las empresas distribuidoras de electricidad del 10% a un rango entre 6 y 8%.
En la práctica, las cuentas de luz bajarían unos $300, lo que ha sido calificado como algo marginal, pero en términos globales, significaría una pérdida para las distribuidoras de US$ 1.200 millones en cuatro años, monto que estaba presupuestado que saliera directamente del bolsillo de los consumidores, con cargo a la cuenta mensual.
Con este dato en mente y recogiendo el compromiso del Ejecutivo de presentar a más tardar en marzo del 2020 un proyecto de ley larga donde se regulen diversos aspectos del negocio de la distribución eléctrica, los legisladores apoyaron la iniciativa.
Durante el debate también se hizo mención a la urgencia de despachar el texto, considerando que su aprobación tiene que quedar lista antes de que se inicie el 2020.
De lo contrario, las tarifas de distribución eléctrica que regirán por los próximos cuatro años, se calcularán con la actual tasa del 10% de rentabilidad asegurada y las empresas seguirán participando decisivamente en la definición de los precios.
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