El Sernac recuerda que deben cumplir con lo que prometen y respetar los horarios, tener la infraestructura ofrecida, el tipo de clases y cualquier otro elemento que haya sido anunciado en la publicidad.
Tras sobrevivir a todo lo comido y bebido durante la celebración de Fietas Patrias, la llegada de la primavera anuncia al inminente verano. Los kilos de más suelen ser un problema y para enfrentar la época estival de forma algo más esbelta, muchas personas toman la a veces drástica medida de inscribirse en un gimnasio.
Pero no es llegar y anotarse. Hay que estar atento a las cosas que ofrecen. "Las empresas tienen la obligación de entregar un servicio de calidad y respetar los contratos, pues los consumidores, adquieren el servicio privilegiando, por ejemplo, ubicación, horarios de clases e infraestructura, por lo que es inaceptable se cambien las reglas del juego", explicó el director del Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), Ernesto Muñoz.
Lo más importante es que quien quiera contratar un servicio de gimnasios tiene el derecho de informarse de las condiciones principales, que el recinto cuente con personal idóneo, que respeten lo que se ha ofrecido y acordado en el contrato, o lo que se ha anunciado en la publicidad.
Además deben contar con permiso municipal para su funcionamiento, que se otorga tras una evaluación de la autoridad sanitaria, que exige condiciones generales de seguridad, como presencia de extintores y vías de evacuación, de pisos antideslizantes en las duchas y de la limpieza del recinto.
Las empresas deben responder por daños accidentes y robos, así que cualquier cartel que diga lo contrario, dará para denunciar en www.sernac.cl.
Pn/ci
AGENCIA UNO