La Cooperativa de Editores de la Furia criticó que en el evento se cobre “una entrada que para una familia promedio implica un gasto de por sí oneroso, que sólo puede alejar de los pasillos de FILSA a quienes debiera convocar”.
La Cooperativa de Editores de la Furia (CEF) puso en duda su participación en la edición de la Feria Internacional del Libro de Santiago del próximo año, tras la polémica que los llevó a cerrar sus stands el viernes por el cobro de entradas a sus invitados al lanzamiento de una publicación.
El cierre realizado ese día, según explican las editoriales de CEF en una declaración, fue una manera de protestar contra los organizadores del evento dependiente de la Cámara Chilena del Libro por "romper unilateralmente" un acuerdo con la Asociación de Editores de Chile (AECh), que permitía la entrada gratuita de los invitados a las actividades realizadas en el llamado Foro del Autor, con una capacidad para 40 personas. El cierre de stand, precisaron, se motivó además por "otra serie de sucesos y actitudes hostiles hacia nuestros miembros por parte del equipo de producción de la CChL".
Tras una jornada de reunión y reflexión expresaron sus críticas al sentido del evento, planteando que es "contradictorio que se pretenda acercar la cultura y el libro al gran público y que, al mismo tiempo, se cobre una entrada que para una familia promedio implica un gasto de por sí oneroso, que sólo puede alejar de los pasillos de FILSA a quienes debiera convocar. Así no se favorece ni a los expositores, ni a los visitantes, y mucho menos al libro".
"De ser FILSA verdaderamente la gran fiesta del libro chileno", el Estado debe tomar un rol activo en su organización, difusión e incluso financiamiento. Siendo, sin embargo, simplemente la feria de la Cámara Chilena del Libro (organización que agrupa principalmente a distribuidoras, librerías y editoriales trasnacionales, y no al grueso de los editores chilenos), consideramos que se vuelve cada año más insostenible que el Estado, por medio de aportes monetarios viabilizados por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), siga subsidiando, de la manera que sea, este evento, organizado por privados que no sólo reciben estos aportes, sino que se ven también favorecidos por el cobro de un arriendo (el del Centro Cultural Estación Mapocho) muy por debajo de los precios de mercado", advirtieron.
La asamblea de la CEF informó que decidió replantear su participación de FILSA en los años venideros y fortalecer iniciativas de las que ya participaron, como la Feria del Libro Independiente y Autónoma (FLIA Chile) y la Primavera del Libro, eventos gratuitos y con gran presencia de editores y autores nacionales, además de una cada vez mayor afluencia de público, señalaron, anunciando que buscarán impulsar "nuevos esfuerzos por acercar y democratizar el acceso al libro y la cultura a la ciudadanía".
"Creemos que es la misma inercia y naturaleza de FILSA la que nos ha empujado a repensar nuestra posición frente a este evento, y es por lo mismo que llamamos a que las autoridades y el Estado reflexionen acerca del destino que acaban teniendo, en definitiva, las partidas presupuestarias para apoyar estas actividades, que a pesar de acoger los conceptos cultura y diversidad, no saben dejar de lado las costumbres bárbaras y usureras del puro mercado y el lucro", manifestaron los editores de la Furia.
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AGENCIA UNO