El grupo, encabezado por Andrea Molina, busca erradicar prácticas que van en contra de la igualdad de género.
Toda una polémica generó la resolución del Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Ovalle, luego de otorgar libertad vigilada a Marco Antonio Olmos Barrera. Este último había sido condenado a cinco años de presidio por el delito de femicidio frustrado, en contra de Karol Alexandra Pizarro Chacana.
Sin embargo, el hombre no quedó tras las rejas, bajo el argumento de que actuó por la atenuante de "obrar por estímulos tan poderosos que causan arrebato u obcecación", al descubrir la infidelidad de su esposa.
El hecho, en particular, se registró en la tarde del 28 de julio del 2015, en la población Nueva Bellavista en la comuna de Ovalle. Allí, el acusado golpeó y apuñaló con unas tijeras de podar a su mujer con quien está casado hace 15 años y tiene dos hijos. La víctima terminó con graves lesiones.
El fiscal del caso, Herbert Rohde, analizará estos antecedentes para la presentación de un recurso de nulidad en la sentencia, puesto que la situación no resultó del todo acreditada.
La ministra del Sernam, en tanto, Claudia Pascual, señaló que entregarán orientación que permita tener una calificación del caso. No obstante, la víctima no aceptó la ayuda del servicio, por lo que no existirá una querella de su parte.
Desde Chile Vamos
Conmocionadas por este polémico caso es que las diputadas Marcela Sabat (RN), Andrea Molina (UDI), Claudia Nogueira (UDI) y María José Hoffman (UDI), presentaron esta semana una iniciativa legal en el Congreso, que busca impedir que la infidelidad constituya una atenuante en la aplicación de condenas por el delito de femicidio.
Las legisladoras señalaron al respecto que el fallo del Tribunal de Ovalle demuestra la obsolescencia de esta norma, la cual discrimina a las mujeres y no se condice con la realidad que vive el país en el Siglo XXI.
"No puede ser que ésta sea una atenuante en ninguno de los casos. O sea, no puede ser que una persona, fuera o no fuera infiel, sea asesinada por su pareja. Entonces, lo que nosotras presentamos es que se elimine la posibilidad de usar este atenuante en lo que hoy día establece el código penal", manifestó enfática Andrea Molina.
A lo que la diputada Nogueria agregó: "Es inaceptable que se pretenda justificar y atenuar la responsabilidad de un femicida por la infidelidad de su víctima. No hay nada, absolutamente nada que justifique la violencia contra la mujer, menos en un caso de cuasi femicidio".
Finalmente, las parlamentarias precisaron que se debe con urgencia erradicar este tipo de prácticas, eliminando atenuantes que en nada contribuyen a la igualdad de género y una convivencia justa de nuestra sociedad.
Aclaración: ¿Es o no la infidelidad un atenuante?
En honor a la verdad, la respuesta es no. La legislación chilena consiga que "se estima concurrente en favor del sentenciado la atenuante de responsabilidad penal establecida en el artículo 11 N° 5 del Código Penal, esto es, la de haber obrado por estímulos tan poderosos que naturalmente le hayan causado arrebato u obcecación".
Ello, aunque suene confuso, hace referencia a que la atenuante no es la figura de infidelidad, sino que la reacción del sujeto.
En este sentido, se considera como atenuante que el sujeto, ante un determinado estímulo, no esté actuando en base a la razón ni a las emociones, pues perdió la capacidad de análisis ante la situación generada. Un arrebato, en este contexto, se entendería entonces como una acción "involuntaria".
PURANOTICIA