Vaticano dispuso que una vez concluidas las investigaciones previas, se promueva un proceso penal ante la Congregación para la Doctrina de la Fe.
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El Papa Francisco ordenó que la Congregación Marista tome distancia de la investigación por las denuncias de abusos sexuales de parte de religiosos y en su lugar pidió a la Congregación para la Doctrina de la Fe que lleve un proceso canónico penal.
Eneas Espinoza, una de las víctimas del denominado "caso Maristas", valoró la decisión, pues asegura que los implicados "se estaban investigando a sí mismos", y agreg´ó que "desde septiembre que no hacían absolutamente nada. Nosotros les advertimos que esto iba a pasar, porque conocemos la cultura del encubrimiento y de la impunidad que funciona al interior de la congregación", afirmó según el medio.
No obstante, reconoció que eso no da total tranquilidad a las víctimas y que no se cansarán "hasta que todos estos delincuentes estén en la cárcel". También dijo que "al Vaticano le corresponde quitarles su calidad de religiosos, a la Fiscalía le corresponde ponerlos en la cárcel. En ese momento vamos a estar tranquilos".
Tres meses después que el sacerdote salesiano, David Albornoz, terminara la primera etapa de la investigación para recaudar los antecedentes de abusos dentro de la congregación, y de que, según el expediente canónico, los relatos recogidos dan cuenta de abusos reiterados por parte de algunos de sus miembros, aún aun no existen sanciones para todos los acusados.
"Los Maristas debieron sancionar o expulsar a parte de sus miembros después de la investigación previa, sin embargo nada de eso pasó", afirmó Isaac Givovich, uno de los denunciantes.
Entre los relatos recopilados por el Vaticano existen confesiones como la del religioso Abel Pérez, quien aseguró que lo que consideró como "un problema" que estaba en conocimiento de sus superiores. "Respecto a niños y adolescentes que yo haya tocado, pueden ser 20 o 30 entre todos los colegios donde estuve", señaló en el proceso que publicó The Clinic.
Una de las hipótesis sobre la decisión del Papa y que se maneja al interior de la Iglesia, es que los procesos de investigación de las congregaciones han sido hasta ahora muy largos.
Otra decisión del Sumo Pontífice es que la llamada "Misión de Escucha Scicluna" -establecida en Chile luego del paso de los enviados papales- sea la instancia encargada de acompañar a las víctimas del caso en este proceso.
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