"Los violentistas sólo nos impiden mirar con la debida atención los reclamos justos de la mayoría del pueblo chileno que anhela soluciones reales y pacíficas", señala la declaración episcopal.
En una declaración, cuatro integrantes del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile expresaron su solidaridad "con el administrador apostólico Mons. Celestino Aós y con todos los fieles de la arquidiócesis de Santiago con motivo del saqueo y la profanación de la parroquia de La Asunción de María. Lo mismo con las comunidades y pastores de otros templos y recintos de diversos cultos que han sido atacados en distintas ciudades".
"Nos duelen el maltrato a las personas, los constantes saqueos y la violencia, venga de donde venga; nos causa dolor el ataque a templos y lugares de oración sin ningún respeto por Dios y ni por quienes creemos en Él. Los templos y otros lugares de culto son sagrados. Que nuestra oración a Dios sea insistente para invocar su perdón por las profanaciones y, como Iglesia, repararemos estas gravísmas ofensas a Dios y a sus fieles", añade la nota.
Agregan que "con muchos chilenos y chilenas nos oponemos radicalmente a la injusticia y a la violencia, las condenamos en todas sus formas y esperamos que los tribunales identifiquen a los responsables y se les sancione".
"Los violentistas sólo nos impiden mirar con la debida atención los reclamos justos de la mayoría del pueblo chileno que anhela soluciones reales y pacíficas", señala la declaración episcopal.
Para controlar los desmanes y restablecer la convivencia cívica, los obispos piden a las autoridades "que apliquen la ley y la ejerzan con todos los recursos propios de un estado demócratico. La gente no sólo está cansada de la injusticia, también de la violencia, y la gran mayoría esperamos con ansias el diálogo en respeto que reconstruya el tejido social".
Finalmente, los obispos invocan, en este inicio del mes de María, "a la Virgen del Carmen para que nos regale un Chile unido, forjado con el esfuerzo de todos los hombres y mujeres de buena voluntad".
Firman la declaración el presidente de la Conferencia Episcopal, Santiago Silva; el vicepresidente, René Rebolledo; el secretario general, Fernando Ramos; y el miembro del comité, Juan Ignacio González.
PURANOTICIA