El clérigo hizo un "mea culpa" en cuanto a lo que se pudo haber hecho y no se hizo.
El vicepresidente de la Conferencia Episcopal, el obispo de Rancagua Alejandro Goic , hizo un "mea culpa" por la crisis de confianza que se vive en la iglesia católica, esto tras los casos de abusos sexuales que miembros del clérigo han perpetrado.
El religioso explicó, a la revista Qué Pasa, lo duro que ha sido este proceso para él, "para mí, esta ha sido la mayor cruz que me ha tocado enfrentar en mi servicio pastoral. Lo digo por el inmenso dolor que me causa la realidad del abuso hacia personas vulnerables, cometido por hermanos míos en quienes las familias depositaron toda su confianza".
A diferencia de Errázuriz, Goic si hizo un "mea culpa" y enfrentó la situación: "Estamos hablando de situaciones aberrantes que no supimos ponderar, detectar, enfrentar. Y cuyas consecuencias nos siguen causando hoy sinsabores, descrédito, desconfianza".
Además reconoció y aceptó las críticas, como que la iglesia se ha preocupado más de guardar apariencias o proteger a algunos sacerdotes, que amparar a las víctimas. "Nos ha faltado la empatía cristiana que, a imagen del buen samaritano, se conmueve y duele junto al hermano herido, corre y se pone a disposición para ayudar y procurar su sanación. ¿Qué haría Cristo en nuestro lugar? ¿No dejaría todo por amparar a quien ha sufrido?", explicó.
El clérigo asegura que sabe porqué ha pasado todo esto, y lo que deben hacer para volver al camino correcto: "Nuestra salida es el camino que Jesús nos mostró hace dos mil años. Por haber abandonado ese camino estamos como estamos. Era el camino de Jesús el que seguía la Iglesia cuando acogía a los perseguidos políticos y amparaba ollas comunes para los más pobres en las poblaciones. Cada vez que la Iglesia abandona el camino de Jesús para preocuparse de asegurar cuotas de poder y de prestigio, la oscuridad ha impedido que florezca el Evangelio".
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PURANOTICIA