Lidia Amarales no fue ratificada en el puesto y fue sustituida por Mariano Montenegro, quien ayudó a situar al Canabbis en la misma lista de drogas duras como la cocaína.
El Gobierno informó a través de un comunicado que el médico siquiatra Mariano Montenegro, es el nuevo director del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA), seleccionado a través del Sistema de Alta Dirección Pública.
Situación que ha encendido las críticas en el parlamento, principalmente en el PPD, partido de la directora saliente Lidia Amarales, ex cabeza de la institución gubernamental, que no fue ratificada y quedó fuera de la terna final de postulantes a pesar de una gestión que había realizado el ex Ministro del Interior Rodrigo Peñailillo para extender su permanencia por un año.
"Cuesta comprender esta decisión, más aún cuando el proceso que llevó adelante la alta dirección pública fue objeto de reclamaciones. Sería bueno conocer si existe por parte de Interior un cambio de enfoque en la política de drogas", palabras entregadas a El Mercurio, por el presidente del PPD Jaime Quintana.
Al parecer la falta de respaldo desde la Subsecretaría de Interior de la cual depende el organismo y que encabeza Mahmud Aleuy, le habría pasado la cuenta a Amarales, luego de que en abril de este año haya desvinculado a la subdirectora de la repartición Paulina Saavedra (PS).
Además, el perfil de Mariano Montenegro es contrario a flexibilizar el estatus de la marihuana como sustancia ilícita, una de las promesas de campaña de la presidenta Michelle Bachelet, quién prometió entablar el debate con respecto a esta droga.
Durante el primer gobierno de Michelle Bachelet el actual director trabajó en el área de tratamiento del entonces Conace y contribuyó con su opinión para que finalmente la marihuana fuera incluida en la lista de drogas duras, al igual que la cocaína entre otras.
"La marihuana produce la alteración de la mente, los transforma en adictos y los impulsa a dejar la educación. Altera la memoria, afecta el desarrollo y el despliegue de sus capacidades" y pidió terminar la idea de que es una "sustancia inocua", Declaraciones como estas muestran el perfil "prohibicionista" de Montenegro.
En la lógica del siquiatra al prohibirse el consumo de esta planta disminuirá el uso de la misma, "si hay restricción hay menos consumo".
Su nombramiento ocurre cuando en el gobierno se discute sacar a la marihuana de la lista de drogas duras, y donde las municipalidades de distintas zonas del país comienzan siembras de Cannabis con fines medicinales, además de la promesa hecha por la presidenta de "revisar" la ley 20.000.
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