El obispo de Rancagua, participó de un Coloquio, donde expertos debatieron su nueva propuesta de salario simbólico de 400 mil pesos.
Este jueves 5 de mayo, en el marco de la Semana del Trabajo, el Arzobispado de Santiago, a través de la Vicaría Pastoral Social Caritas, invitó al obispo de Rancagua, Monseñor Alejandro Goic, al Coloquio "Nuevo Sueldo Ético: Perspectivas y Desafíos", donde expertos debatieron su nueva propuesta de salario simbólico de 400 mil pesos.
"Con los años llegan las enfermedades, situaciones complejas y los ingresos disminuyen considerablemente en relación a lo que se vivía cuando se estaba activo y con trabajo. En un verdadero sistema de Seguridad Social debe existir el principio de solidaridad, en que la persona aporte según sus capacidades y reciba según sus necesidades" señaló el obispo.
Además agregó: "en este país a veces hay bonos que los gobiernos ofrecen como una especie de subsidio, y claro que es bienvenido porque ayuda, pero hay mucha gente que con el fruto de su trabajo no le alcanza para cubrir sus gastos. Uno esperaría que el sueldo logre satisfacer las necesidades fundamentales".
Frente al monto, señaló: "Lo que me parece importante del planteamiento es tener en consideración técnica muy ausente en el debate económico y muy lejano en los planteamientos empresariales. Habló como pastor no como economista. Expongo una necesidad: la injusta repartición de los ingresos a la cual los técnicos en economía deberán buscar sus formas y las posibilidades operativas".
El obispo aprovechó la oportunidad, de insistir en su rol como pastor y no como especialista: "Como pastor propongo un asunto de moral personal y social: la codicia, ante el cual cada persona debe responder. Mi llamado se dirige a todos, pero en especial a los miembros de mi iglesia, la católica. Un verdadero creyente y seguidor de Jesús no puede quedarse tranquilo frente a la precariedad de vida y de ingresos de miles de prójimos a los que Jesús pide amar y servir. La sentencia de Jesús es clara y contundente: no se puede servir a Dios y al dinero."
En cuanto a nivel global aseguró: "Chile es un país altamente desigual debido principalmente a la mala distribución de los ingresos y a la pauperización de los derechos sociales a través de la privatización. Si bien el orden justo de la sociedad y del Estado es una tarea principal de la política, la iglesia no puede ni debe quedarse al margen de la lucha por la justicia".
Por su parte, el Vicario de la Pastoral Social Caritas, padre Andrés Moro, frente a la espera de 9 años para llegar a un sueldo mínimo de 250 mil pesos, señaló: "Hoy estamos en un tiempo de restricción económica, pero en tiempos de bonanza tampoco se ha visto un beneficio a los trabajadores. La iglesia y el papa Francisco lo ha dicho claramente, no cree en la teoría del chorreo, sino que cree en una teoría económica que sea responsable y respetable paras todos los hombres y mujeres."
En la actividad organizada en conjunto por la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Dirección Regional del Trabajo Metropolitana Poniente, expuso Gonzalo Durán, de la Fundación Sol, David Bravo de la P. Universidad Católica, Fernando Coloma, de la misma casa de estudios, Francisco Tapia, abogado laboralista de la PUC, Gonzalo Müller, analista político de la Universidad del Desarrollo, Felipe Valenzuela, sociólogo de la Universidad ARCIS, trabajadores y dirigentes sindicales.
PURANOTICIA