Hernán Larraín manifestó que “vamos a hacer lo posible para que el machi y todos los que están en huelga de hambre, lo depongan”.
El ministro de Justicia, Hernán Larraín calificó como "una muy buena conversación" el diálogo que sostuvo con los representantes del machi Celestino Córdova, quien se encuentra en huelga de hambre hace casi 100 días.
Córdova está privado de libertad por el delito de incendio con resultado de muerte del matrimonio Luchsinger Mackay y está realizando la huelga con el fin de obtener beneficios, basados en el artículo 169 de la OIT, que le permitan visitar su rewe, o altar ceremonial.
La reunión se llevó a cabo este viernes, vía zoom. Posteriormente, el ministro debía dialogar con los representantes de los otros ocho comuneros mapuche en huelga de hambre, pero finalmente declinaron la invitación del Gobierno.
"Ha sido un día importante, hemos avanzado y no hemos perdido la esperanza de seguir conversando a quienes representan a los ocho comuneros de Angol", señaló Larraín, en alusión al acercamiento con los representantes del machi, que tiene por fin lograr el fin de su huelga de hambre.
"Tuvimos una muy buena conversación con los representantes del machi Celestinio Córdova. Ellos se refirieron en términos generales al problema de la normativa penitenciaria, que no recoge la situación que afecta a los pueblos originarios. Nos hicieron propuestas concretas que se pudieran incorporar en el reglamento penitenciario teniendo en consideración convenios internacionales, como el 169, y sobre esta base permitir a quienes están cumpliendo penas y pertenezcan a pueblos originarios que tengan el reconocimiento para que su cosmovisión y sus costumbres puedan desarrollarse mientras cumplan sus condenas. Así que tuvimos una buena conversación", insistió el secretario de Estado.
Larraín añadió que "también pudimos hablar de la situación que afecta al machi Celestino Córdova y su huelga de hambre. Nosotros queremos seguir avanzando para que lo antes posible pueda deponer esa huelga. No tuvimos una solución sobre esta materia, es un tema que sigue pendiente, pero seguiremos haciendo los esfuerzos para que eso ocurra. Nosotros tenemos el compromiso de proteger la vida y salud de las personas que están en huelga de hambre, de todos los que están en el sistema penitenciario, y lo vamos a cumplir, y vamos a hacer lo posible para que el machi Celestino Córdova y todos quienes están en huelga de hambre la depongan precisamente para cuidar su salud".
Sobre las propuestas concretas sobre las cuales conversaron en la reunión, el ministro de Justicia señaló que "dentro de las posibilidades que tenemos, buscaremos ir adecuando nuestro sistema penitenciario para que cuando las personas condenadas cumplan la privación de libertad puedan llevar adelante sus costumbres, su cosmovisión. Eso ocurre ya con el mundo católico y con el mundo evangélico. Hay capellanes, por ejemplo, hay ritos, hay ceremonias. Podemos avanzar en dar soluciones de esa naturaleza, que les permitan a ellos, mientras estén privados de libertad, sentirse que pueden cultivar su espiritualidad, sus costumbres, su cosmovisión, tener acceso a su medicina. En ese camino seguiremos perseverando".
Respecto de los ocho comuneros, Larraín lamentó que sus representantes "no se sumaran a nuestra invitación a conversar; fue por distintas razones que no vamos a entrar a juzgar", dijo.
"Lo lamentamos porque somos partidarios del diálogo. Al final del día este tipo de situaciones y en general todo el conflicto en La Araucanía no tiene otra vía de solución que el diálogo. Vamos a seguir abriendo el paso porque tenemos la convicción de que es la única forma de resolver los conflictos y la huelga de hambre. Los hemos invitado en forma muy expresa para lograr desactivar esta huelga de hambre y conocer cuáles son las peticiones concretas que tienen".
"Nos han dicho que tienen un nuevo petitorio, pero aún no lo conocemos", cerró el ministro.
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