“Ha sido un déficit nuestro no haber evitado que La Paz se nos adelantara en eso", exclamó. Además, invitó la Presidenta Bachelet a realizar una reflexión sobre los negocios de su hijo.
Marco Enríquez-Ominami, ex candidato presidencial y líder del PRO, criticó este sábado la estrategia elaborada por la cancillería para enfrentar la ofensiva comunicacional que Bolivia ha desarrollado, con motivo de la demanda marítima que presentó en contra de Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
En conversación con El Mercurio, el ex abanderado aseguró que la próxima visita del Papa a La Paz "es un traspié para nuestra diplomacia y la estrategia diplomática" y lamentó que "en todos los foros multilaterales, Chile entra asustado, preocupado", producto de la incertidumbre que a su juicio ha generado la postura boliviana en el caso.
Además agregó "Que el Papa viaje a Bolivia, bueno, está en su derecho, es un Jefe de Estado, es canciller de su propio Estado. Uno no debe emitir juicio, negativo o positivo. Solamente un dato: ahí hay un problema en nuestra estrategia".
Según el líder del PRO, "ha sido un déficit nuestro no haber evitado que Bolivia se nos adelantara en eso. Debemos presionar diplomáticamente para que un líder como él y otros ayuden a mejorar las relacionas y no a atizar el conflicto".
El ex parlamentario socialista se refirió también al caso Caval y realizó un reproche al rol que ha jugado la Presidenta Michelle Bachelet en el caso. A su juicio, ella " reaccionó tarde y de manera insuficiente", informó Emol.
"Debió interrumpir sus vacaciones y debió pedir ella la renuncia de su hijo. Siento que todavía falta una reflexión presidencial sobre el tipo de negocios de su hijo. Cuesta escuchar su respuesta, pero puedo convenir que pudo no haberlo sabido, como ella dijo. No me parece que sea el foco de la discusión", indicó.
Bajo esa línea, sostuvo que los efectos del caso han sido "paralizantes" para Chile," Estuve en Nueva York y en Washington con los grandes inversionistas preocupados de América Latina y la única pregunta fue Caval. Como está todo concentrado en una sola figura, un hijo con un comportamiento controversial paraliza un país y la economía".
"La infraestructura, la educación, la salud y la reforma laboral requieren de mucha audacia, como la que ella tuvo en 2014. Es evidente que entre 2015 y el año pasado existen dos verdades psicológicas. La Presidenta transformadora a todo evento que cumple su mandato y, ahora, un Palacio a ratos paralizado", concluyó.
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