El cardenal Ricardo Ezzati se hizo presente muy temprano en el santuario, confesando a los devotos y presidiendo la misa realizada a las 12.30 horas.
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Desde las 6 de la mañana, miles de peregrinos provenientes de diversos puntos de Santiago y del país, subieron hasta la cumbre del Cerro San Cristóbal para agradecer a la Virgen durante la fiesta con la que se pone fin al Mes de María en Chile y que coincidió con la inauguración del Año de la Misericordia convocado por el papa Francisco.
El cardenal Ricardo Ezzati se hizo presente muy temprano en el santuario, confesando a los devotos y presidiendo la misa realizada a las 12.30 horas.
Durante la eucaristía, el Arzobispo de Santiago dirigió un mensaje a todo el país: "Aquí a los pies de María queremos juntos a todos nuestros hermanos y hermanas del norte grande que han sufrido el embate del terremoto o de las inundaciones, del centro de nuestra capital, hasta el extremo sur; expresar que somos un pueblo que ama a María, que siente que María es nuestra madre y que nos tiene una lección importante que entregar para que podamos construir fraternidad y amor entre nosotros".
Más adelante en su homilía, el cardenal habló del ambiente de violencia y desconfianza. "Cuando el miedo está presente en nuestra sociedad, tenemos un signo que nos dice vuelvan al amor de Dios. Por eso el Papa Francisco en Roma abrió el Año Santo de la Misericordia, invitándonos a peregrinar hacia el corazón de Cristo. Cristo que ha dicho yo soy la puerta".
Una vez finalizada la eucaristía, Ezzati añadió: "Esta es la Iglesia viva que peregrina, que acoge la invitación del papa de entrar al Año de la Misericordia que comenzó hoy en Roma y que el próximo domingo abriremos también para Chile en todas las catedrales".
AGENCIA UNO
