El clásico consomé salvó una vez más a los parlamentarios del sueño provocado por la extensa revisión de la reforma electoral, que incluyó peleas y tensión, pero también varias bromas y risas.
"Este es el amanecer de la democracia", dijo el senador y presidente del PPD, Jaime Quintana, al dar cuenta a eso de las 04:00 de la madrugada de este miércoles del avance sin contratiempos de la votación en particular del proyecto de reforma al sistema electoral binominal presentado por el Gobierno, consignó el portal Emol.
Y es que el debate de la iniciativa, que fue aprobada pasada las 08:55 de la mañana, fue una sesión de aquellas, sólo comparable a las maratones parlamentarias que se dan cuando se vota la Ley de Presupuestos. Sin duda, entrará directo a la lista de las jornadas más largas del Congreso Nacional.
El recuperador caldito
Por ello, el clásico consomé preparado en el casino del Parlamento fue nuevamente el protagonista de la noche, ya que mantuvo despiertos a los honorables durante buena parte de la discusión. La sopa caliente, más algunos bocados jamón-queso en pan de miga, sirvieron para afrontar la larga jornada.
Así, los legisladores y ministros de Estado presentes se iban turnando para ir a la cafetería de la Cámara Alta para caminar, recomponer fuerzas y seguir en la sesión. Eso sí, las mujeres del hemiciclo, optaron por frutas y agua mineral.
La polémica de la jornada
Pese a las diferencias irreconciliables entre las posturas de la Nueva Mayoría y la Alianza sobre el proyecto, la polémica del día no estuvo en las críticas cruzadas entre ambos bloques, sino que en el quiebre definitivo entre los independientes Antonio Horvath y Carlos Bianchi.
La pelea se inició cuando el senador por la región de Aysén criticó con fuerza los argumentos de su par de Magallanes sobre la defensa de las oportunidades para los independientes en la iniciativa. Esa postura sacó de sus casillas al segundo, quien calificó a su par como "travesti político".
Horvath no se quedó atrás y en respuesta a los improperios le dio un empujón a su colega. "Yo le pegué una atajada, porque él venía pasando atrás mío y le dije que eso era inaceptable", explicó el ex RN.
Coloma, el "Navarro de los ricos"
En medio del tedio de la sesión, el blanco predilecto de las críticas de la Nueva Mayoría fue el ex presidente de la UDI Juan Antonio Coloma, quien no perdió oportunidad para argumentar en contra de la iniciativa, incluso hasta el último minuto. Según el oficialismo, el único objetivo de sus intervenciones era dilatar la aprobación de la medida.
Debido a la locuacidad del senador gremialista para exponer las mismas razones una y otra vez ante cada una de las indicaciones, sus pares del oficialismo compararon su actitud incisiva con la del líder del MAS, Alejandro Navarro, calificándolo entre risas como "el Navarro de los ricos".
El acuerdo que no resultó
Con el apoyo de la senadora Lily Pérez (Amplitud) y Antonio Horvath (independiente) en el bolsillo, el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, se concentró durante la mañana de ayer en intentar acercar posiciones con la Alianza.
Sin embargo, tras la reunión que sostuvo con los líderes de RN y la UDI y pese a los esfuerzos que hizo por reducir el aumento de parlamentarios incluido en el proyecto para conseguir el apoyo de Renovación Nacional, los legisladores de ese partido optaron por desestimar la propuesta del Gobierno.
Los emplazamientos entre RN y la DC
Fue el senador Andrés Allamand quien abrió los fuegos y llamó a los senadores de la DC a pronunciarse sobre el fracaso del acuerdo firmado entre ambos partidos para modificar el sistema binominal en 2012. Acusó "falta de honor" y a la palabra empeñada, generando inmediata reacción en la otra vereda.
Su intervención no pasó inadvertida. "Palabras sacan palabras", dijo uno de los legisladores de la Nueva Mayoría, a la espera de la réplica falangista, cuyo líder Ignacio Walker, recordó que fue el gobierno anterior y la UDI quienes desahuciaron el protocolo.
La discusión la continuó el senador Francisco Chahuán (RN), pero varios reclamaron sobre la pertinencia del debate. "¿Vamos a votar el proyecto o a resolver disputas pasadas entre dos partidos?", fustigaron algunos desde el bloque PS-PPD.
Impaciencia en los minutos finales
Luego de más de 21 horas en el edificio del Congreso, los efectos del arduo debate se hicieron visibles durante esta mañana en los senadores. Por ello, cuando se acercaba el final de la sesión, los parlamentarios de la Nueva Mayoría se pararon de sus asientos para aguardar el esperado despacho del proyecto.
En ese momento, los más desordenados fueron Ricardo Lagos Weber (PPD), Fulvio Rossi (PS) y Carlos Montes (PS), quienes interrumpieron con gritos y aplausos las últimas dos intervenciones de los senadores gremialistas Juan Antonio Coloma y Hernán Larraín.
Cuando la UDI pidió argumentar su voto en la última indicación, el buen ánimo desapareció y arreciaron las críticas en contra de la oposición. "Es una provocación", decían desde el PPD y el PS, mientras Ignacio Walker intentaba apaciguar los ánimos.
Finalmente, la cuota de humor la puso Lagos Weber, quien al momento de votar el artículo preguntó ingenuamente "¿cómo se vota?", generando las risas de todos los sectores. Mientras, Larraín y Coloma cantaban "vamos a decir que no", con la famosa melodía del jingle de la campaña opositora a Augusto Pinochet en el plebiscito.
Bonus track: La vigilia del pastor Soto
Sabiendo que los senadores se encontraban en masa al interior del Congreso, el polémico pastor Javier Soto y sus seguidores realizaron una vigilia en la plazoleta Victoria, ubicada en el exterior del edificio, para protestar en contra del avance del proyecto de ley de Pacto de Unión Civil (PUC, ex AVP).
Fue así que mientras los legisladores revisaban uno a uno los artículos de la reforma al binominal, la decena de evangélicos apostados afuera del Parlamento rezaban por el fin de la iniciativa que regula la convivencia de parejas del mismo sexo.
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Fuente: Emol