El pasado jueves una bomba de fabricación casera instalada nuevamente en el Metro de Santiago fue desactivada por el GOPE de Carabineros antes de que estallara, frente a dependencias de Gendarmería.
Un jardinero al ver un objeto sospechoso que estaba unido a uno de los pilares de la Línea 5 del metro, dio el aviso que permitió que el Gope desactivada el artefacto. No hubo llamados previos ni reivindicaciones del hecho.
No obstante, debido a que el hecho se registró a plena luz del día y al testimonio de transeúntes que vieron a unos sospechosos, hubo optimismo en el Ministerio Público respecto a poder dar con los autores.
Al pedir las imágenes de las cámaras de seguridad de la Dirección Metropolitana de Gendarmería para tratar de dar con el sospechoso, las autoridades se encontraron con la sorpresa de que no funcionaban hace 6 meses.
Al respecto, una fuente ligada al caso reconoció a La Segunda que si bien se esperaba contar con material audiovisual de calidad similar o mejor que el obtenido en el ataque al Subcentro de la estación Escuela Militar para dar con los eventuales responsables, esto no será posible sobre todo por no contar con las imágenes de las cámaras de seguridad.
Si bien Gendarmería fue consultada por el hecho, no ha entregado una versión oficial que explique la razón de que su sistema de vigilancia no esté operativo desde hace 6 meses.
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