La joven activista apareció colgada en su casa, en circunstancias que el menor de sus cuatro hijos estaba recién mudado y tenía el bolso listo para ir al consultorio de Liquiñe.
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Activistas del 8M y ambientalistas protestaron frente al palacio de Tribunales de Santiago, por lo que califican como el "femicidio empresarial" de Macarena Valdés Muñoz, muerta en sospechosas circunstancias el 22 de agosto de 2016, en su domicilio del sector de Tranguil, en la comuna de Pangupulli.
La joven activista apareció colgada en su casa, en circunstancias que el menor de sus cuatro hijos estaba recién mudado y tenía el bolso listo para salir al consultorio de Liquiñe en el bus de las 14:30 horas.
Macarena Valdés y su esposo, Rubén Collío, se oponían a la construcción de una central hidroeléctrica de paso en la zona.
La vocera de la Coordinadora Feminista 8M, Francisca Fernández, y representantes de organizaciones ambientalistas acusaron a la empresa contratista RP Global por la muerte de Macarena Valdés y exigieron que se reabra la investigación de este caso, que fue calificado por la justicia como suicidio.
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