El ex candidato presidencial abordó con Puranoticia.cl esta nueva etapa en su vida política, luego de estar tres años alejado de la primera línea.
"Cambios". Esta es una palabra que define muy bien el presente de Marco Enríquez-Ominami, ex diputado y ex candidato presidencial... y por partida triple. "Cambios", porque si bien, asegura mantener intacta sus convicciones, manifiesta ya no ser el mismo que el 2009 se transformó en la gran revelación política del país. "Cambios", porque su hablar acelerado ha sido ralentizado cada vez más, porque su cabellera oscura ahora es grisácea y porque el paso de los años en la primera línea política le han ido dejando "cicatrices" marcadas a fuego en su persona, según relata en conversación con Puranoticia.cl.
Son justamente estos cambios los que entrelaza con la etapa actual que está viviendo el país, trayendo a colación la frase de que "Chile cambió". Y es en este proceso donde ME-O quiere volver a irrumpir en la política, por medio de otro gran cambio: llevar a su Partido Progresista (PRO) a generar un acuerdo con la ex Concertación y unirse en un pacto denominado Unidad Constituyente, con quienes buscará presentar las mejores cartas de cara a la Elección Municipal y de Gobernadores Regionales.
Es también en el marco de su irrupción en la trinchera política que el fundador del Grupo de Puebla y de la Fundación Progresa propone una acción que pretende remecer al país: adelantar la Elección Presidencial y de Senadores y Diputados para el domingo 11 de abril de 2021, con tal de llevar a cabo un gran proceso eleccionario para evitar, por ejemplo, tener una especie de dos Congresos, con el Poder Legislativo y Constituyentes; y que la campaña presidencial se realice de manera paralela al proceso que derive en una nueva Constitución Política para el país.
Desde el 18 de octubre se hicieron latente algunas de las situaciones que usted planteaba en sus campañas presidenciales. Ahora que estas demandas "estallaron socialmente", ¿cuál es su visión general del país y cuál es su receta para avanzar en resolverlas?
- Yo creo que Chile cambió, que la elite cambió, que los chilenos cambiaron, pero que los conservadores no han cambiado, que no es lo mismo. Creo que todavía buena parte de Chile, el 80%, se expresó en las urnas, o en la calle, o en las encuestas, o en el Congreso. Hay un cambio de actitud, de propuestas y ahora hay que ver cómo hacemos para que ese cambio sea exitoso y no frustrante, y ahí está el desafío. Por eso he hecho un conjunto de propuestas, como adelantar las elecciones, cambiar el cronograma, porque creo que puede haber mucha frustración.
¿Adelantar las elecciones presidenciales, las parlamentarias o todas?
- Todas. Yo adelantaría todas las elecciones.
¿Qué es lo que propone concretamente para lograr adelantar las elecciones?
- Yo lo que propongo es que en abril se elija todo, que adelantemos todo, porque si no, vamos a tener dos Congresos, un Presidente y dos constituciones, una campaña presidencial durante la Constituyente. Vamos a tener todo para que sea un desastre este momento histórico, inédito y precioso de Chile.
¿Y cómo pretende hacer para avanzar en esta propuesta?
- Llegar con esta propuesta a través de su medio, que es uno de los más leídos, por tanto trato humildemente de colaborar fuerte con este debate. Creo que de la protesta hay que avanzar a la propuesta. Por ello es que en mis redes sociales hago todas las semanas una propuesta económica y política, y con mucha intensidad, porque creo que es momento de proponer, proponer y proponer.
Usted fue diputado por comunas del interior de la región de Valparaíso, así que conoce bien la zona. En ese sentido, ¿cuál es su mirada actual de la región de Valparaíso?
- Mi impresión es que la región es una región sensacional, con todos sus potenciales, pero que todavía no recibe la retribución que se merece. Creo que es una región que está muy mal diseñada, donde nada tiene que ver Los Andes con San Antonio, por ejemplo, que sigue siendo un problema de diseño y poder. Hay que darle poder a la región de Valparaíso, por eso la elección de gobernadores regionales es un primer pequeño paso.
Hablando de Los Andes, ¿usted es partidario de crear la región de Aconcagua?
- Estoy a favor si es que la región Metropolitana se divide en dos. La respuesta es sí, claro que lo apoyo, pero me parece fundamental que al mismo tiempo hay que dividir la región Metropolitana.
La descentralización y regionalización fue también otro de sus tópicos en sus campañas presidenciales. ¿Siente que la figura del Gobernador Regional es un triunfo de sus ideas? Y también cuéntenos, ¿cómo proyecta las labores y funciones que tendrá esta nueva autoridad pública?
- No quiero presumir, pero muchas de estas propuestas efectivamente las planteé, y también mucha gente antes que yo, hay que ser justos. Creo que nuestras ideas eran minoría y hoy son mayoría; antes eran de protesta y ahora son de propuesta; creo que este Gobernador Regional tendrá mucho poder, pero tendrá mucho menos dinero que el Seremi de Obras Públicas. Ese es un problema, porque tendrá legitimidad, pero el poder económico lo va a tener el Seremi, y eso me parece igual de fundamental y dependiente.
Además estará la figura del Delegado Presidencial. ¿Cómo proyecta la labor de ambos y cómo se hace para que estos no choquen entre sí?
- Insisto en que eso está muy, muy, muy mal planteado, pero creo que es mejor eso que nada. Tengo mis propias convicciones, soy un federalista atenuado, moderado, pero creo que esta región no va a prosperar si es que no recupera su sobernía económica. Significa, por ejemplo, ¿ustedes son agrícolas, industriales, portuarios, culturales, académicos? Todas las anteriores, me dirás tú. Muy bien, lo entiendo, pero cuando uno hace política, en el modelo de desarrollo debe privilegiar algo. ¿Cuál es el plan de esta región en 30 años? ¿Hacia dónde quiere ir?. Primero, nadie se lo ha preguntado y; segundo, nadie sabe. También pregunto a los que leen: ¿qué quieren: una región tecnológica, una turística? ¿Hay que aprender inglés? ¿Mejorar los usos de suelo y agua en la provincia de Petorca? ¿Cuál es la prioridad de la región? Eso me parece muy injusto que se siga definiendo en Santiago.
Más allá de algunas canas y años más en la edad, ¿cómo ha cambiado Marco Enriquez-Ominami desde 2009, año de su primera campaña presidencial?
- Mis convicciones son las mismas, pero tengo cicatrices. Los golpes recibidos los tengo, tengo las marcas de esos golpes, pero no tengo odio, sigo siendo un optimista, sigo creyendo en la fuerza de la voluntad y voy a luchar por eso.
En relación a estos cambios, ¿este alianza que da vida a Unidad Constituyente tiene que ver con una madurez política, por conveniencia o netamente por convicción?
- En 2009, pedí primarias para Chile en todos los cargos y me dijeron que no; ahora dicen que sí en todo Chile. El 2009 pedí un Plebiscito para una nueva Constitución y me dijeron que fumaba opio; hoy, todo el mundo votó por el «Apruebo». Desde el 2009 en adelante pedí educación pública y gratuita, me dijeron populista; y hoy todos están de acuerdo, Democracia Cristiana incluida. El 2006 propuse legislar sobre el aborto, me dijeron farandulero; hoy hay una ley que regula las tres causales. Entonces una pregunta: si esas fueron algunas de las grandes causas con las que rompimos algunos con la Concertación, que además pedimos que terminara y hoy ya no existe. Así, espontáneamente le he dado cinco ejemplos, entonces siendo consistentes, ¿por qué no reencontrarme con el Partido Socialista? ¿Por qué no reencontrarme con el PPD? ¿Por qué no reencontrarme con la DC, el PR? Yo cambié y ellos también cambiaron. Buena parte de lo que se está discutiendo en Chile yo lo planteé y pagué los costos de esto. El 2013 propuse Asamblea Constituyente y Chile no quiso y votó por Bachelet, que no quería Asamblea Constituyente.
Llevándolo a un plano aún más local, principalmente a Valparaíso y Viña del Mar: ¿Nos puede dar su diagnóstico de lo que ha sido la administración Sharp y la administración Reginato?
- No me atrevo a responder eso, por dos razones: una, porque estuve tres años fuera de la política, entonces no tengo los elementos. Sí soy capaz de distinguir: Sharp no es lo mismo que Reginato. Reginato pertenece a una familia de conservadores políticamente, de bloqueadores; y Sharp es un hombre progresista.
A su juicio, ¿qué carta debería llevar Unidad Constituyente para quedarse con la Alcaldía de Valparaíso?
- Me parece que el que más trabaje por la unidad y tenga una propuesta de modelo de desarrollo sustentable en esta ciudad, que es la más conocida de Chile en el mundo, Valparaíso es nuestro pasaporte, el carnet de identidad es Valparaíso. No se conoce tanto de Chile en el mundo... algo, no tanto, pero si conocen algo, es Valparaíso. Valparaíso es la ciudad más conocida de Chile, por tanto si nuestro carnet de identidad, nuestro código de barra se juega una parte en Valparaíso, debe ser un espacio y un ejemplo en materia de modelo de desarrollo sustentable.
¿Y qué opinión le merece que Chile Vamos, la UDI principalmente, busque una carta para la Alcaldía de Viña del Mar fuera de Viña del Mar, como por ejemplo pasa con Andrea Molina y Marlen Olivari?
- Mira, en la región de Valparaíso la mitad de la gente es nacida fuera de la ciudad donde vive. Por tanto, a mí me importa más que conozca, sienta, ame el lugar y lo viva. Me parece que ese debate siempre se repite, pero los datos muestran que la mitad de la gente de Quillota no nació en Quillota.
Para ir finalizando, háblenos acerca de su futuro político: ¿usted será nuevamente candidato a la Presidencia, o tal vez le gustaría volver al Parlamento, o quizás la Constituyente?
- Yo no tengo ninguna candidatura prevista. Yo creo que la prioridad uno es la Constituyente, es producir ese cambio y no tengo ningún plan de ser candidato por ahora a nada.
Micrófonos abiertos para que entregue un mensaje final...
- Chile quiere un cambio y quiero ayudar a construir una fuerza tranquila de cambio, y en esa fuerza fundamental para Chile necesitamos recuperar la economía. Propongo al Gobierno que entregue una renta básica universal provisoria, de $450.000, por seis meses, a 3 millones de hogares. Gobernar es proteger, y hay que proteger a los chilenos.
PURANOTICIA