De igual forma, parlamentarios pidieron un protocolo de retorno seguro para el sector de la cultura y las artes del país.
Con molestia reaccionaron diputadas y diputados de oposición por la prohibición del uso de música en vivo o envasada en restaurantes y bares, lo que finalmente quedó como una “recomendación" debido a la polémica que se levantó frente a esta medida.
“La música quiere ser silenciada”, afirmó la recién elegida presidenta de la Comisión de Cultura, Carolina Marzán, luego de la renuncia del diputado Florcita Alarcón.
“A pesar de que ya no es una obligación, nuevamente es un tremendo golpe para los y las trabajadores de la música, que llevan meses esperando una respuesta por parte del Gobierno para la grave crisis que están viviendo, y ahora que estaban pudiendo volver a trabajar, se les quiere cerrar las puertas”, indicó la parlamentaria PPD.
Marzán afirmó también que “las y los trabajadores de la cultura, las artes y el patrimonio llevan meses solicitando que se les dé un protocolo de retorno seguro para poder trabajar. Es urgente una reunión con la autoridad sanitaria y los gremios afectados. Siempre las comparaciones son odiosas, pero se ha vuelto una frase reiterativa, que es insólito ver aviones y centro comerciales, repletos y salas de cine, teatro, música y museos cerrados y además silenciados".
Por su parte, el diputado Amaro Labra dijo que la medida adoptada por el gobierno le parecía “ridícula”, señalando que “las prohibiciones no se recomiendan y eso hay que dejarlo claro. Con esto se ha tratado de silenciar y de controlar sin pedirle la opinión a los y las afectadas; así como el gobierno hace con los grandes empresarios, hay que reunirse con los territorios, pero antes y no después. Todo esto se podría haber evitado si se hubiera preguntado a quienes están trabajando en torno a la música y a la cultura día a día tratando de subsistir”.
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