Desde la izquierda a la derecha se acuñó el término "salud de la democracia" para dar importancia a que no se puede dilatar en demasía el proceso eleccionario de Gobernadores, Constituyentes, Alcaldes y Concejales.
Chile vive el momento más complejo desde que el coronavirus llegó al país hace un año, pese a todos los esfuerzos que se han realizado tienen ad-portas de un colapso al sistema de salud en el país, los nuevos casos positivos diarios no bajan lo suficiente y se mantiene sobre los 7 mil diarios, pero no es lo único que parece estar colapsado en los últimos días, sino que también el mundo político está en jaque y han acuñado un nuevo concepto, "la salud de la democracia", dicen que es tan importante como la "salud de las personas".
Hacer unas elecciones con cuatro votos en donde al menos una persona podría demorar entre 3 a 5 minutos en sufragar no parece suficiente realizarlo en dos días en medio de una pandemia, no solo por el riesgo de aumentar los contagios, sino porqué una gran parte de la población justamente no iría a ejercer su derecho cívico colocando en duda que aquellos resultados puedan ser realmente representativos.
El cambio de fecha parece ser lo más sensato, sin embargo ya el tema no es sí hay o no elecciones en abril, sino cuando. Este lunes quedó demostrado en la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados en donde se discutió el tema que no hay certeza alguna que el próximo 15 y 16 de mayo, fechas propuestas por el ejecutivo, las cifras de casos activos y el avance de la pandemia no esté igual ó peor que el escenario actual, de hecho se calificó de "apuesta".
¿Pero qué datos concretos tenemos?, lo cierto que muy pocos, pero los hay. Nadie puede desconocer el esfuerzo que ha realizado el Gobierno de Sebastián Piñera para obtener una gran cantidad de vacunas que garantizan que todos los chilenos podrán acceder a sus doble dosis y por ende a los quince días de la segunda vacuna lograr una inmunidad, que sí bien no garantiza que un individuo pueda contagiarse, esto no sería algo grave y con eso garantiza bajar la cantidad de hospitalizados considerablemente.
Entonces como primer dato concreto es que tenemos vacunas, por otro lado que a los quince días de la segunda dosis hay cierta inmunidad, cabe de cajón preguntarse ¿cuánto nos tardamos en vacunar a la gran mayoría y lograr esa llamada inmunidad de rebaño?.
La respuesta ha sido clara y dada a conocer en innumerables ocasiones. "A finales de Junio" dijo el Ministro Paris, ¿porqué no esperar a esa fecha para las elecciones entonces?.
Y nuevamente nos encontramos con otra certeza, las bajas temperaturas sobre todo en el sur del país y zonas cordilleranas en junio ó julio hacen complejo realizar elecciones en pleno invierno por lo cual lo más razonable sería esperar hasta la primavera, es decir septiembre.
Alguien podría poner en duda que en septiembre, atendiendo que al menos el 80% de los chilenos estén vacunados, que haya pasado el invierno y que la pandemia claramente debería estar controlada con baja ocupación de camas y todo volviendo a la normalidad ¿existan problemas para hacer elecciones? y que además estas tengan una alta participación ciudadana y así hacerlas representativas.
Parece sensato entonces poner septiembre como la fecha de estas postergadas elecciones, mantener en noviembre las presidenciales y parlamentarias, además de poner esa fecha la denominada segunda vuelta de gobernadores, manteniendo la fecha actual de primarias presidenciales, que además tienen poca participación histórica, y con eso no alterar en demasía el calendario electoral de este año.
¿Pero porqué no se hace sí suena tan sencillo y sensato?. Simple. Porqué apareció un nuevo concepto, el de la "salud de la democracia".
Este concepto acuñado desde la izquierda a la derecha por los protagonistas de la política quiere graficar que para el país es muy importante este magno evento cívico. ¿Qué tan duro será postergar la elección de Gobernadores por ejemplo que son por primera vez y que nunca se han hecho?, ¿dejará de funcionar el país sin Gobernadores Regionales por unos meses más si han sido años sin esta figura política?.
Lo mismo cabe para los denominados "constituyentes", ¿no será mejor justamente poder garantizar la mayor cantidad de electores posibles en el proceso cívico más importante para los próximos años en Chile, como ellos mismos han dicho?.
En el caso de alcaldes y concejales es lo mismo, estas elecciones ya se corrieron el pasado mes de octubre y al hacerlas en Septiembre prácticamente el problema sería que el nuevo periodo solo duraría tres años, ¿pero no hicieron lo mismo con los Consejeros Regionales?.
Pero quizás exista un motivo más allá de la denominada "salud de la democracia" que acuñaron en el mundo político, es la denominada "salud del bolsillo", pero no de la gente, sino de los candidatos y no dejan de tener razón, es solo escuchar al Presidente de la Democracia Cristiana en ese audio filtrado el fin de semana cuál era su mayor preocupación.
Los candidatos llevan al menos 90 días entre pre y la misma campaña, otros llevan meses e inclusive años, ya tenían todo programado y sus gastos calzados para la campaña que terminaría el 8 de abril, ¿de dónde sacan más dinero para una nueva fecha?.
Además no es menor el esfuerzo que muchos han realizado en esta campaña sobre todo teniendo en cuenta que los aportes no han sido como las elecciones anteriores.
Esa podría ser la gran incomodidad que vive el mundo político y que los tiene en jaque. El correr las elecciones a septiembre, fecha más que sensata con los antecedentes en mano, daría por perdido todo lo invertido hasta ahora y además los llamados "dadores de sangre", que son los financistas de campañas, tendrán que volver a desembolsar en elecciones de parlamentarios este mismo año y claramente... no hay bolsillo ni candidato que aguante.
A eso hay que sumarle que muchos candidatos y candidatas tienen verdaderos "sueldos" en campaña debido a que para presentarse a esta elección dejaron sus trabajos remunerados, sin contar los que dejaron cargos en el gobierno ó en el parlamento ó incluso renunciaron a sus mismos cargos donde fueron elegidos electoralmente.
Quizás aquí está el verdadero fondo para el mundo político a la hora de cambiar la fecha de las elecciones. ¿Cómo se van a mantener de aquí a una fecha próxima de elección si viven justamente de los cargos de la política?.¿Esto será lo que denominan salud de la democracia?.
PURANOTICIA