Comité dio a conocer su hoja de ruta hacia el 2050, impulsada por el ministerio del sector, que apunta a un futuro energético bajo en emisiones, a costos competitivos, inclusivo y sustentable.
En el ex Congreso Nacional de la capital y ante representantes del mundo académico, empresarial y ONGs, entre otras entidades, el Comité Consultivo de Energía dio a conocer su hoja de ruta hacia el 2050, impulsada por el ministerio del sector, que apunta a un futuro energético bajo en emisiones, a costos competitivos, inclusivo y sustentable.
"Con tal multiplicidad de formas en que la energía se conecta e impacta a nuestras vidas, este grupo propone medidas concretas para temas como la eficiencia energética, que por tanto tiempo no ocupó un lugar prioritario en el debate energético", sostuvo el ministro de Energía, Máximo Pacheco.
Esta Hoja de Ruta propone que al menos un 70% de la matriz eléctrica al 2050 debe provenir de fuentes renovables, con énfasis en energía solar y eólica, complementadas con nuevos desarrollos hidroeléctricos con capacidad de regulación.
Sin embargo, no descarta la incorporación progresiva de otras fuentes de generación renovable emergentes en el país, tales como la geotermia, biomasa y energía oceánica.
Otro punto fundamental dice relación con la necesidad de avanzar en la adopción de nuevos estándares ambientales, ampliando el uso de instrumentos para encaminar las emisiones globales del sector hacia la visión deseada y de acuerdo a los compromisos internacionales del país.
En cuanto a la utilización de combustibles, el Comité destaca la necesidad de avanzar en la matriz de combustibles al año 2050, señalando que la leña seguirá siendo una fuente de energía importante.
Por lo mismo, resaltó la urgencia de avanzar hacia su regulación, el manejo sustentable del patrimonio forestal y la incorporación de artefactos menos contaminantes y dañinos para la salud de las personas.
En cuanto a la relación con las comunidades, se establece que es necesario avanzar hacia procesos participativos más robustos, dar mayor acceso a información en forma oportuna, y fortalecer a los actores locales, abordando de forma apropiada la mirada indígena en la política energética, con el directo involucramiento de los interesados y con los tiempos adecuados.
El Ministerio de Energía ya inició este proceso durante 2014, a través de la Mesa Indígena, la que debe continuar, profundizarse e informar debidamente a la elaboración de la política energética.
En cuanto a la pobreza energética, concepto que por primera vez se aborda en Chile en forma integral, se reconoce que superarla no es solo asegurar una mejor cobertura, sino también, fundamentalmente, velar por un costo razonable para las familias vulnerables, con el fin de satisfacer sus necesidades energéticas básicas, asegurar continuidad en el suministro y garantizar estándares mínimos de confort térmico y lumínico en los hogares.
En el ámbito de transporte se busca revertir la tendencia hacia el uso de autos particulares, creando condiciones para un transporte público de calidad, opciones no motorizadas y sistemas intermodales.
Para gatillar una transición hacia combustibles limpios, se establece que al 2050 el 100% de los autos nuevos, 100% del transporte público en zonas con planes de descontaminación y 100% de los vehículos de carga, serán de bajas o cero emisiones.
Transversalmente, se requiere seguir avanzando hacia un nuevo rol de Estado en el ámbito energético, como garante de procesos de planificación integrada, estratégica y de largo plazo, con un rol activo en la promoción de la internalización de externalidades, la gestión territorial, la educación y formación de capacidades y la instalación de procesos de participación formales en la sociedad.
Pn/cp
ATON CHILE