A raíz de las polémicas declaraciones de la ex ministra Helia Molina acusando que en estos recintos se aplicaban abortos, se busca emplear medidas preventivas.
Luego de las incendiarias declaraciones que realizó la ex ministra de Salud, Helia Molina, al diario La Segunda, donde sostuvo que en las clínicas "cuicas" se realizan abortos, ahora el mismo medio continúo el tema y investigó las medidas preventivas que tienen los recintos en el tema.
De esta forma, evidenció que, al menos, siete centros hospitalarios del sector privado de la salud en la capital poseen alguna guía al respecto, con los pasos a seguir que deben considerar en el personal ante casos de abortos.
Así, por ejemplo, en la Clínica Las Condes, el diario vespertino constató que "se realizan ecografías tomadas en el recinto y por médicos del recinto" ante un protocolo de vaciado uterino. Las indicaciones se van actualizando cada dos años. Un punto similar al que se sigue en la Clínica de la U. de los Andes, donde "para confirmar que el corazón del feto ya no tiene latidos se establece que la madre debe ser sometida a ecografías".
Por su parte, las clínicas Santa María, Dávila y Vespucio, "se exige hacer una ecografía previa con un especialista distinto al médico tratante", como una segunda opinión antes de hacer una intervención en casos de muerte del feto en la etapa de gestación. En la clínica Tabancura, además, piden un examen hormonal para confirmar el estado "no gravídico de la usuaria".
En la clínica Las Lilas tienen todo un protocolo ante irregularidades, para que "en el caso que exista sospecha o evidencia de aborto provocado se tramita la denuncia correspondiente".
En tanto, el director de la Sociedad Chileno de Obstetricia y Ginecología, José Andrés Poblete, acusó que "pensar en un diagnóstico camuflado es un mito", argumentando que es falso que una paciente llegue con un examen en mano y nadie la analice antes de hacer una intervención. "Eso es realmente no entender cómo funciona el sistema", cerró.
Pn/gm
Texto: Agencia Trayectos.