El arzobispo de Santiago se reunió con el pontífice en la Casa Santa Marta del Vaticano, y describió como fue la cuarentena que debió guardar durante diez días, tras su llegada el 10 de noviembre pasado.
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El arzobispo de Santiago, Celestino Aós, quien el próximo sábado será investido como cardenal por el papa Francisco, se reunió con el pontífice en la Casa Santa Marta del Vaticano, y describió como fue la cuarentena que debió guardar durante diez días, tras su llegada el 10 de noviembre pasado.
"Aquí la cuarentena es muy estricta. Hay que imaginarse que las medidas de seguridad están en toda Italia, porque Italia en este momento está muy complicada, y en esta residencia más, porque aquí está el papa y no sólo por él; la vida del papa es importante y es importante también la de los residentes", dijo Aós.
"Le van dejando la comida y la ropa en la puerta y uno está encerrado hasta que pasan los días e incluso para celebrar la santa misa, hay que celebrarla en la propia habitación, que es bastante amplia, no es el dormitorio. Hay tiempo para rezar, para descansar, para estudiar o trabajar algo y afortunadamente como no tuve ningún síntoma y ninguna preocupación, la pasé tranquilo. En este momento hay otros que están haciendo cuarentena, pero yo tampoco he sabido que tengamos problemas y que haya alguien complicado con el coronavirus", añadió.
Añadió que apenas terminó la cuarentena, la primera noche que bajó a cenar se encontró sorpresivamente con el papa que también en ese momento se preparaba para la cena: "Iba a colocarse en su mesa que está a una cierta distancia y me vio y vino a saludarme y me dijo, 'me enteré de que usted me había pedido audiencia, mañana mismo", consignó el arzobispo.
Al día siguiente se encontraron en la misma Casa Santa Marta, en la oficina del papa. "Nos saludamos, los temas de conversación son privados. Le puedo decir sí que está bien informado de Chile, que sigue atentamente la vida de la iglesia en Chile y que tomó sus decisiones después de recibir informaciones y meditar ante el Señor, y después de rezar. No son decisiones improvisadas las que él toma".
Junto al arzobispo de Santiago, otros 13 religiosos de diversas partes del mundo serán investidos como cardenales el sábado, aunque a causa de la pandemia dos de ellos no estarán presentes, Cornelius Sim, vicario apostólico de Brunei, y José F. Advincula, arzobispo de Capiz (Filipinas), que seguirán el consistorio a través de una plataforma digital, y que recibirán las insignias cardenalicias por parte de un representante del papa.
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