Augusto Pinochet fue el principal encubridor del caso Quemados, según informes entregados por la CIA.
Este viernes, el diario español El País, publicó que la CIA entregó los archivos que desclasifican la verdad en el caso Quemados, donde dos jóvenes fueron brutalmente agredidos el 2 de julio del año 1986 en Santiago.
El medio internacional informó que los datos serán dados a conocer por el Archivo Nacional de Seguridad de la Universidad de Georgetown.
"De acuerdo a la organización investigadora independiente de la Universidad de Georgetown, Pinochet en persona ordenó que se frenaran las pesquisas para determinar la responsabilidad de los hechos ocurridos el 2 de julio de 1986, cuando patrullas militares quemaron con gasolina a dos jóvenes que protestaban en la primera de las dos jornadas del Paro Nacional contra la dictadura. El fuego provocó la muerte del fotógrafo de 19 años, Rodrigo Rojas, y las heridas graves de la estudiante universitaria, Carmen Gloria Quintana, de 18, que sobrevivió con una inmensa parte de su cuerpo desfigurado", consigna El País.
El informe, que fue desclasificado hace más de una década, será difundido hoy, un día después de dictarse nuevos procesamientos en contra de cinco militares en retiro luego de la reapertura del caso que sustancia el ministro Mario Carroza.
Peter Kornbluh,, quien es responsable de la investigación en cuestión, y en entrevista con el medio español, sostuvo que el documento será compartido porque existen "abundantes detalles" que podrían servir de apoyo a la acusación. "Los documentos vinculan a Pinochet con el encubrimiento de un crimen de cuya autoría militar no caben dudas".
De acuerdo a los archivos confidenciales que este viernes publica el National Security Archive, las maniobras para ocultar los hechos comenzaron en el mismo hospital de urgencias adonde fueron transportados los jóvenes, gravemente heridos. En un primer cable estadounidense, enviado desde la embajada en Chile al Departamento de Estado el 8 de julio, dos días después de la muerte de Rojas, se dice ya que el joven fue "quemado de forma deliberada por soldados".
Además se consigna que el "director de la Posta obstruyó el traslado de Rojas a una clínica mejor equipada para tratarlo".
Identificado como el doctor Guzmán, "escribió una nota en el historial médico (de Rojas) ordenando que no recibiera visitas debido a los problemas legales de su caso y de Quintana, y que tampoco debía ser trasladado" lo que además "impidió que se tomara cualquier declaración legal" a Rojas, agrega.
En un segundo documento, remitido esta vez a la Casa Blanca el 14 de julio, dice que pese a las declaraciones de testigos y una investigación de la inteligencia chilena que "claramente" señalan a miembros del Ejército como responsables del ataque a los dos jóvenes, "el Gobierno chileno, siguiendo directivas de Pinochet, está tratando de tachar públicamente como terroristas a Rojas y a Quintana, que habrían sido víctimas de sus propios cócteles molotov".
Pn/gm
PURANOTICIA