Crear un Consejo de Mares y un Sistema Nacional de Monitoreo son las principales propuestas emanadas de la prospectiva "Mares de Chile: Visión 2040".
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Crear un Consejo de Mares y un Sistema Nacional de Monitoreo son las principales propuestas emanadas de la prospectiva "Mares de Chile: Visión 2040", presentada por el Ministerio de Relaciones Exteriores, en conjunto con la Universidad de Concepción.
El documento busca aportar elementos que identifiquen los posibles desafíos asociados al mar, de manera de orientar los esfuerzos de los próximos años hacia las oportunidades que entrega y su correcto manejo en Chile.
Entre las principales propuestas están la creación de un Consejo de Mares, contar con un sistema nacional integrado de observación, monitoreo y pronóstico de las condiciones del océano y el fortalecimiento de atribuciones del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, a través del DL 711-15.
El texto fue presentado por el canciller, Teodoro Ribera, junto a la vicerrectora de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Concepción, doctora María Andrea Rodríguez y el comandante en Jefe de la Armada, almirante Julio Leiva.
"La Cancillería está consciente del enorme patrimonio que significa el mar para Chile y de la influencia que el mar juega además en la historia diaria. El clima que tenemos está influenciado por el mar, por la corriente de Humboldt; nuestras comunicaciones son esencialmente marítimas, y las comunicaciones por cables, también son marítimas. La gran pregunta para la Cancillería es: cuál será el futuro del mar de aquí a 2040", planteó el ministro Ribera.
Agregó que es esencial para el futuro "tener una prospectiva del mar que nos haga situarnos no desde la tierra mirando el mar, sino mirando desde el mar hacia el entorno y la tierra".
Durante un año, la Cancillería, junto a académicos y científicos de la Universidad de Concepción, que aportaron datos y la metodología científica, trabajaron esta prospectiva, en la que también colaboraron otras entidades, en especial la Armada de Chile.
El trabajo, se centró en cuatro ejes: océano saludable (denota los niveles de polución producida por el humano en desmedro de la preservación de los recursos); océano proveedor sustentable (observar en qué medida la producción de commodities marinos chilenos se encuentra acorde con las necesidades del ecosistema); océano seguro (describe el monitoreo a los desafíos externos asociados a los recursos marinos y los sectores más riesgosos en términos de desastres naturales para la población costera); y océano gobernable (localización de los posibles focos de conflicto social asociados al ordenamiento territorial, tanto costero como oceánico).
PURANOTICIA
