La mandataria aclaró que la situación económica de menor crecimiento "es un escenario desafiante", que "necesitamos realismo, pero sin renuncia" y que es necesario "avanzar identificando los ajustes necesarios".
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Por Matías Seccatore
Pasadas las 8.30 horas de este viernes, la Presidenta Michelle Bachelet llegó hasta el Estadio San Jorge, en la comuna de Las Condes, para encabezar la décimo tercera reunión con el gabinete de ministros donde se definirían los lineamientos del Ejecutivo para este segundo semestre. Ya desde temprano, se indicaba que la cita determinaría cuáles son los proyectos y reformas prioritarias teniendo en cuenta la situación económica del país, la que impide materializar la totalidad del programa de Gobierno.
La única ministra que no participará en la cita será la titular de Deporte, Natalia Riffo, quien se encuentra en Toronto, Canadá, participando de los XVII Juegos Panamericanos 2015.
Antes de dar pie a la reunión de gabinete, la propia Presidenta explicó los objetivos de la reunión, para definir junto a sus ministros las prioridades del Ejecutivo en el "segundo tiempo" de su Gobierno, a la luz del escenario de desaceleración económica.
"No se trata de pensar en cómo mejoramos nuestra imagen o cómo subimos en las encuestas. No se trata de eso, se trata de poner a Chile en primer en lugar. Pensar en las vidas de millones de hombres y mujeres que han confiado en nosotros", planteó la jefa de Estado antes de iniciar la cita, asegurando que "es mucho lo que está en juego".
Bachelet reconoció errores y sostuvo que la primera dificultad que han enfrentado es que muchos compatriotas experimentan incertidumbre ante los cambios, cuyo carácter institucional y de largo plazo, dificulta que se aprecien beneficios concretos asociados a ellos.
En segundo lugar, enumeró la gobernante, el país ha debido enfrentar una "desaceleración económica que se ha mostrado más larga y profunda de lo que esperábamos. Los recursos fiscales se han visto limitados. La inversión privada especialmente nacional está por debajo de lo esperado y el contexto externo no nos favorece", expuso.
"Las restricciones nos imponen que además de cuidar los equilibrios fiscales seamos capaces de reactivar la economía, porque una cosa que todos tenemos claro es que sin crecimiento no hay reforma sustentable", destacó la jefa de Estado, ante ello.
"La tercera dificultad radica en nuestro déficit de gestión en la marcha de las reformas. Debemos reconocer que la administración estatal no estaba totalmente preparada para procesar cambios estructurales simultáneamente. Es parte de los obstáculos que hemos heredado y tal vez los subestimamos", planteó Bachelet.
La Presidenta precisó que "la situación nos pide ser extremadamente rigurosos en la programación y calendarización de nuestros objetivos de política pública".
"Está claro que hay debilidades en lo comunicacional y en la gestión y eso tiene que cambiar desde hoy", dijo, planteando que además han debido enfrentar la desconfianza de la ciudadanía en la política ante casos de irregularidades conocidos.
"Tenemos que abordar nuestro segundo tiempo, asumiendo entonces el efecto de estas dificultades, pero sin que ello signifique olvidar nuestro compromiso con la ciudadanía. Si pudiera sintetizarlo diría: esto es realismo sin renuncia. Eso no está en cuestión, lo he dicho antes, mi palabra y la de todos nosotros está empeñada", aseguró.
La Presidenta Bachelet destacó que se establecerá una hoja de ruta clara, acotada y con un norte definido.
Además la Presidenta reconoció que se debe actuar de forma responsable, considerando que no contarán "con todos los recursos previstos originalmente para llevar adelante nuestro programa y procesar nuevas demandas sociales. Va a ser necesario entonces jerarquizar y darle mayor gradualidad a algunos aspectos de nuestros compromisos", señaló.
Bachelet dijo que "la jerarquización del programa no es sólo un asunto de recursos. También es un asunto de gestión. Las capacidades del Gobierno en este ámbito tienen límites y también son limitadas las capacidades del sistema político para procesar las reformas".
En horas de la tarde, tras culminar la reunión con sus ministros, la Presidenta afirmó que el gobierno no renunciará a la gratuidad de la educación superior, a pesar del negativo escenario económico del país. La mandataria afirmó que "la educación es la más emblemática de nuestras reformas".
Aclaró que la situación económica de menor crecimiento "es un escenario desafiante", que "necesitamos realismo, pero sin renuncia" y que es necesario "avanzar identificando los ajustes necesarios". Tras esto, detalló 10 grandes áreas en que se mantendrán las prioridades del gobierno.
En materia de educación, dijo que "yo reafirmo y reitero mi compromiso de no detener el avance hacia la gratuidad universal (de la educación superior), a pesar del escenario económico más adverso".
Según estimaciones del gobierno, la gratuidad tendría un costo de US$2.500 millones. Sin embargo, otros estudios calculan que significaría un gasto de US$5.000 millones.
Insistió en que a partir del Presupuesto del 2016 se dará gratuidad al 60% más vulnerable de las universidades del Cruch, y afirmó que "cualquier cambio en esa definciión requerirá los cambios correspondientes con criterios de vulnerabilidad y de cobertura".
"Sin duda seguiremos avanzado en gratuidad en la medida que la economía vaya creciendo y exista disponibilidad de recursos fiscales", añadió.
También indicó que además de la gratuidad vía presupuestaria, el gobierno enviará en el segundo semestre el proyecto de que mejora la educación superior en su conjunto, tanto en gratuidad como en calidad.
Además, la Presidenta reiteró su disponibilidad al diálogo con los profesores en el marco del proyecto de Carrera docente. Es un buen proyecto, dijo, pero puede ser mejor, cuidando los recursos fiscales
En cuanto a salud, afirmó que el gobierno cumplirá su compromiso de que al término de su mandato habrá al menos 20 hospitales nuevos, pero eso implica reprogramar el plan de infraestructura. Asimismo, indicó que se reforzarán los esfuerzos para reducir las listas de espera, mediante la contratación y formación de especialistas y otro tipo de estrategias.
Acerca de la seguridad ciudadana, aseguró que "es y seguirá siendo una prioridad, a pesar de la estrechez financiera" y que se seguirán haciendo esfuerzos para combatir el delito.
En cuanto a la reforma laboral, la mandataria señaló que "no vamos a renunciar a nuestra convicción de que no va a haber equidad en nuestro desarrollo si no somos capaces de modernizar y equilibrar las relaciones dentro de las empresas".
En la economía, dijo que se avanzará en implementar la reforma tributaria y no descartó "futuros ajustes técnicos en materias específicas". Asimismo, la jefa de Estado informó que se mantendrán prioridades en los ámbitos de espacios públicos, protección social, agenda de probidad, obras públicas y proceso constituyente.
Las reuniones continuarán este sábado cuando los ministros del Comité Político y los timoneles de la Nueva Mayoría sostengan nuevas conversaciones para ahondar en los acuerdos a concretar durante los próximos meses, algunos de los cuales se espera queden definidos durante esta jornada, anticipo del cónclave oficialista que se celebrará el próximo 20 de julio.
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