La propuesta fue aprobada en general por 84 votos a favor y 60 en contra. En la aprobación fue nuevamente clave el rol de la Democracia Cristiana.
La Cámara de Diputados culminó la discusión de la reforma tributaria con un triunfo para el Gobierno, al aprobarse en general el proyecto incluida la reintegración de impuestos a las empresas, corazón de la iniciativa, que ahora pasó al Senado.
En la aprobación fue nuevamente clave el rol de la Democracia Cristiana. Si bien, sus diputados reconocieron que los cambios impulsados por el gobierno anterior al sistema tributario permitieron sustentar la reforma educacional, también coincidieron con el Gobierno actual en la necesidad de consagrar un sistema tributario más simple, teniendo principalmente a la vista a las pymes.
En este contexto político, la propuesta fue aprobada en general por 84 votos a favor y 60 en contra. No lograron su aprobación (87 votos a favor y 57 en contra) las normas que requerían un mínimo de 89 votos (disposiciones de Ley Orgánica Constitucional).
Estas normas se refieren a materias procesales, medidas prejudiciales precautorias para los tribunales tributarios y aduaneros, el recurso de casación en la forma, ajustes al reclamo tributario y deber de mantener publicadas las sentencias.
Sin embargo, la sala aprobó la reintegración con 80 votos a favor, 63 en contra y una abstención del DC Miguel Ángel Calisto.
En el caso de la indicación sobre los impuestos a servicios digitales, fue aprobada por 123 votos a favor, 20 en contra y 4 abstenciones.
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