En Chile, el sector del transporte resulta clave en el tema de las emisiones de gases de efecto invernadero y representa el 22% del total de lo que genera el país.
Como una medida osada, que obliga a Chile a definir una fecha propia, calificó Greenpeace la decisión anunciada en España de prohibir la venta de automóviles diésel, a gasolina e híbridos el año 2040.
Greenpeace Chile destacó que la medida se enmarca en el amplio proceso de descarbonización que está impulsando el Estado español y que ha llevado a que se anuncie la voluntad de que para mitad de siglo todos los autos que circulen por sus calles y autopistas no emitan siquiera un gramo de CO2 por sus tubos de escape.
En Chile, el sector del transporte resulta clave en el tema de las emisiones de gases de efecto invernadero y representa el 22% del total de lo que genera el país. Por eso, según la organización ambientalista, lo que suceda en las calles y autopistas de Chile resulta tan trascendente como combate efectivo a los efectos del cambio climático.
En este sentido, y según estimaciones del gobierno, se proyecta que para el 2050 cerca de un 40% del parque de autos livianos en Chile será eléctrico, a lo que se sumará el 100% del transporte público.
Sin embargo, añadió Greenpeace, la venta de autos eléctricos el 2017 en Chile fue de apenas 140 unidades. Y, aunque la cifra es un 140% superior a las ventas del año 2016, el porcentaje actual del parque automotor eléctrico solo representa el 0,04% del total del país, cifra muy lejana del promedio mundial del 1,1%.
"De hecho, al actual ritmo de penetración, la aspiración de que los vehículos eléctricos representen para el 2050 el 40% del total del parque automotor chileno, difícilmente se cumplirá. En otras palabras, si las cosas siguen así, para el 2040 solo alrededor de un 15% del total del parque automotor en Chile sería eléctrico", aseguró la entidad.
Por eso desde Greenpeace llamaron al gobierno a profundizar y acelerar la Estrategia Nacional de Electromovilidad, la cual ha planteado una hoja de ruta para los próximos años.
"Estamos en el 2018 y hoy apenas una minúscula parte de los autos que circulan por Chile son eléctricos. Lo que necesitamos no solo es una aceleración en las medidas que favorezcan este recambio, sino una política general de descarbonización de nuestra matriz energética", enfatizó Matías Asun, director nacional de Greenpeace.
"Por eso, nuestra pregunta al gobierno es una: ¿en qué año ya no se venderán más autos a combustión en Chile? Creemos que el país está preparado para conocer una fecha definitiva en que se pondrá fin a la venta de autos a combustión. El gobierno debe jugársela con una fecha", agregó.
Consultado vía Transparencia, el Ministerio de Energía -pieza clave en la Estrategia Nacional de Electromovilidad- aclaró a Greenpeace que en esa cartera disponen de 22 automóviles, de los cuales apenas uno (dado en comodato, patente HDRX-71) era eléctrico. Los otros 21 vehículos eran a combustión.
En medio de este panorama, hace unos días el gobierno anunció la incorporación de seis autos eléctricos a su flota.
"Creemos que es un avance muy menor respecto de la cantidad de automóviles que posee el Estado. De hecho, como señal potente, el sector público no debiera adquirir más autos a combustión y el propio Presidente de la República, para entregar una señal clara de compromiso, debiera movilizarse solo en vehículos eléctricos", concluyó Matías Asun.
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