El suizo salió desde la “pole” y se impuso en el citado circuito de Battersea Park, de 2.922 metros -al que se dieron 29 vueltas, para completar 84,7 kilómetros.
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El suizo Sebastien Buemi (e.dams Renault) ganó en Londres y se jugará este domingo, de nuevo en la capital inglesa, el primer título Mundial de Fórmula E con los brasileños Nelsinho Piquet (NEXTEV TCR), líder del campeonato de coches con motores eléctricos, y Lucas di Grassi (Audi Sport ABT).
Buemi, de 26 años, logró este sábado, en el circuito del parque de Battersea de la capital inglesa, su tercer triunfo de la campaña, después de los que obtuvo en Punta del Este (Uruguay), en diciembre; y, hace mes y medio, en Mónaco, añadiéndole emoción al primer certamen eléctrico de la historia, que se decidirá en la última de sus once carreras.
El suizo salió desde la "pole" y se impuso en el citado circuito de Battersea Park, de 2.922 metros -al que se dieron 29 vueltas, para completar 84,7 kilómetros-, con un tiempo ganador de 47 minutos y 54 segundos, con sólo 939 milésimas de ventaja sobre el belga Jerome d'Ambrossio (Dragon Racing), que fue segundo; y con algo más de segundo y medio sobre el francés Jean-Eric Vergne (Andretti).
Todos ellos ex pilotos de Fórmula Uno, la categoría reina del automovilismo, que integran el grueso de la parrilla del nuevo campeonato, que se presentó como abanderado de lo ecológico y lo sostenible y que, como indicó a Efe su mandamás, el español Alejadro Agag, no pretende "competir, sino ser complementaria" con la F1.
Buemi lideró de principio a fin una prueba en la que D'Ambrossio mantuvo el segundo puesto de parrilla; Vergne, que había arrancado quinto, ascendió dos puestos; y "Nelsinho", asimismo expiloto de F1 (fue compañero del doble campeón mundial español Fernando Alonso en Renault) perdió una plaza, acabando quinto.
Piquet -que venía de celebrar en Moscú su segundo triunfo del curso, después del de Long Beach (California, EEUU)- la perdió al atacar en la cuarta vuelta a su compatriota Di Grassi (cuarto este sábado) e irse ancho, dejando la puerta abierta a Vergne, que, tres giros después, acabaría dando cuenta del anterior, para asegurarse un puesto de honor que no cedió hasta el final de la carrera.
Una prueba cuyos puestos delanteros no se alteraron después del cambio de monoplazas -todos con idéntico chasis, en esta edición inaugural, y con baterías de litio que duran aproximadamente la mitad de un ePrix- y que tampoco se modificó demasiado después de la entrada en pista, poco después, del coche de seguridad, tras el accidente en la decimoctava vuelta del alemán Daniel Abt (Audi Sport ABT) y el japonés Sakon Yamamoto (Amlin Aguri).
Teniendo en cuenta que la Fórmula E puntúa igual que la F1, pero con el aliciente de que la 'pole' otorga tres puntos más y la vuelta rápida, que marcó Di Grassi -ganador de la primera carrera eléctrica de la historia, en septiembre, en Pekín-, otros dos, la resolución del campeonato, a orillas del Támesis, promete sensaciones fuertes.
Con los 28 puntos que sumó, Buemi se coloca a sólo cinco de los 138 con los que lidera el certamen el hijo del triple campeón mundial de F1 Nelson Piquet. Y desbancó de la segunda plaza a Di Grassi, que hubiese dado un paso gigantesco de no haber sido descalificado tras ganar en mayo en Berlín, en favor de D'Ambrossio.
Di Grassi, a trece puntos de Nelsinho, aún tiene posibilidades de capturar la primera corona eléctrica, después de acabar cuarto en la capital del Reino Unido, donde fue sexto el inglés Sam Bird, ganador en Putrajaya (Malasia) y compañero en Virgin del español Jaime Alguersuari, que no compitió en Londres por prescripción médica.
El barcelonés, que compitió entre 2009 y 2011 en F1 para Toro Rosso, había sufrido tras la carrera de Moscú, hace tres semanas, un desmayo "a consecuencia de la deshidratación y el cansancio extremo", por lo que no se le permitió salir. En una carrera en la que el mexicano Salvador Durán (Amlin), que había acabado undécimo, fue sancionado con un "drive through" (pase por callejón de garajes) reconvertido en sanción de 49 segundos que lo dejó en el puesto 17.
El francés Nicolas Prost, hijo del cuádruple campeón mundial de Fórmula Uno Alain Prost fue séptimo y contribuyó con sus puntos a que el equipo que dirige su padre, el e.dams Renault, se anotase matemáticamente el primer campeonato de constructores, que lidera con 221 puntos, 64 más que el Audi Sport ABT. Distancia insalvable a falta de la última carrera, que se disputará este domingo, de nuevo en el Battersea Park londinense.
Pn/co
EFE
