La mayoría de las víctimas tenían fracturas, quemaduras y cortes profundos causados por objetos metálicos indicaron del hospital local.
Las bombas utilizadas para cometer el ataque terrorista en el aeropuerto de Zaventem contenían clavos, según indica el diario belga Le Soir.
El director general del Hospital Universitario Gasthuisberg en Lovaina, Marc Decramer, constató que la mayoría de las víctimas alojadas en ese hospital tenían fracturas, quemaduras y cortes profundos causados por objetos metálicos.
Decramer informó que 13 de las víctimas están siendo tratadas en el hospital. Cinco de ellos están gravemente heridos.
Refuerzo de la seguridad.
Las autoridades belgas cerraron el metro, el aeropuerto, el tranvía, los autobuses y las principales estaciones ferroviarias de la capital.
La Comisión Europea pidió a su personal que no vaya a trabajar o permanezca en las oficinas.
El centro de crisis del gobierno belga exhortó asimismo a los residentes de Bruselas a quedarse en casa.
Por su parte, las autoridades de varios países europeos reforzaron la seguridad en sus aeropuertos y fronteras con al menos Gran Bretaña, Francia, Alemania, Holanda y Dinamarca anunciando un incremento de los controles.
Además, Eurostar, que enlaza París y Londres con Bruselas por tren, suspendió los viajes a la capital belga.
Las reacciones políticas no se hicieron esperar.
"Es un ataque contra la Europa democrática. Jamás aceptaremos que terroristas agredan a nuestras sociedades abiertas", afirmó inmediatamente el primer ministro sueco, Stefan Löfven.
Por su parte su homólogo danés, Lars Løkke Rasmussen, denunció en Twitter un "ataque abyecto".
Las principales bolsas europeas se vieron afectadas tan pronto como saltó la noticia, con caídas de en torno al 1%.
AGENCIAS