La ONU confirmó hoy que las negociaciones entre facciones políticas libias, que debían empezar hoy en Ginebra, se han aplazado hasta el martes.
visitas
"Hoy no habrá reuniones de la nueva ronda del diálogo político. Se espera que las negociaciones empiecen mañana", comunicó uno de los portavoces de Naciones Unidas en Ginebra, Rheal Leblanc.
Se indicó que el representante de la ONU para Libia y mediador en estas negociaciones, el diplomático español Bernardino de León, todavía no ha llegado a Ginebra.
El aplazamiento se debe a que tampoco las delegaciones de las facciones rivales que controlan distintas zonas de Libia han viajado a Suiza para estas negociaciones y no está claro si ambas están dispuestas a participar en ellas.
Esta nueva ronda de conversaciones fue anunciada la semana pasada luego de una serie de consultas que realizó De León con representantes de las principales facciones y se anticipa que en ella participarían una treintena de delegados.
El jefe de la Misión de la ONU en Libia indicó que se habían registrado "progresos significativos" a lo largo de las rondas anteriores, pero adelantó que las facciones rivales debían redoblar sus esfuerzos para acortar sus diferencias.
El objetivo es que alcancen un acuerdo que constituya la base para un arreglo pacífico al conflicto armado y político en el que Libia está sumida desde la caída del régimen de Muamar al Gadafi, hace cuatro años.
Algunas facciones que participan en las hostilidades suscribieron el pasado 11 de julio, en Marruecos, un acuerdo auspiciado por Naciones Unidas para formar un gobierno de unidad, basado en el reparto del poder, y poner así fin a los enfrentamientos.
Sin embargo, el llamado Parlamento de Trípoli (Congreso General de la Nación), que controla hace más de un año la capital libia y otros puntos estratégicos del país, y que cuenta con el apoyo de grupos islamistas, se mantuvo al margen de esta solución.
Solo el parlamento instalado en Tobruk, que es el único internacionalmente reconocido, firmó ese acuerdo.
Se considera que las conversaciones que impulsa la ONU son la única esperanza de detener el conflicto en Libia y revertir el caos que ha permitido a grupos yihadistas extenderse y ampliar su influencia en este país del norte de África, así como a mafias de tráfico de personas operar con total impunidad.
En lo que va del año ha aumentado fuertemente la salida desde Libia de barcazas repletas de inmigrantes irregulares y refugiados con destino a las costas de Italia.
Pn/fg
EFE.
