Iván Duque indicó que "hay lugares del territorio donde hay carteles de la droga de otros países que tienen francotiradores a sueldo y sembrados de minas antipersona".
Colombia enfrenta en su propio territorio a carteles del narcotráfico extranjero, como el de Sinaloa (México), que emplean a francotiradores para evitar la erradicación de los cultivos ilegales, según reconoció el propio presidente Iván Duque.
"La mayor amenaza a la seguridad nacional es el narcotráfico", sostuvo el Mandatario.
En ese sentido, Duque denunció que incluso "hay lugares del territorio donde hay carteles de la droga de otros países que tienen francotiradores a sueldo y sembrados de minas antipersona para evitar la labor de erradicación".
"El cartel de Sinaloa lleva muchos años en nuestro país con vínculos con grupos armados ilegales", agregó Duque.
Después de cuatro décadas de lucha sostenida contra el narcotráfico, Colombia sigue siendo el principal productor mundial de cocaína, pese a los esfuerzos combinados con Estados Unidos -el principal consumidor de esa sustancia- para eliminarla.
Según Duque, el narcotráfico "destruye ecosistemas, amenaza y asesina líderes sociales, distorsiona economías locales y tiene un poder corruptor frente a muchas autoridades administrativas".
En 2018 Colombia tenía 169.000 hectáreas de hoja de coca sembradas y era el responsable de 70% de la cocaína (droga que es un derivado de esa planta) que circula en el mundo.
El gobierno señala al narcotráfico como responsable de la espiral de violencia que envuelve a líderes sociales o activistas de derechos humanos y exguerrilleros de las FARC.
Desde que se firmó la paz con las FARC, en noviembre de 2016, han sido asesinados 303 dirigentes sociales y 173 rebeldes que depusieron las armas, según Naciones Unidas, que da seguimiento a los acuerdos de paz.
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