Los vendedores de flores, en las inmediaciones de los cementerios, aprovechan la masiva presencia de visitantes para incrementar los precios de las rosas
Mónica Martínez
Lima, 1 nov (EFE).- Los peruanos se dedican hoy, primero de noviembre, a varias costumbres y tradiciones por el día de Todos los Santos como el de visitar a sus difuntos en los cementerios del país y acompañar al Señor de los Milagros en su última procesión del año por las calles de Lima.
Desde las primeras horas de la madrugada, muchas familias se dirigen a los cementerios del país para visitar a sus difuntos, llevándoles flores, tarjetas, globos y también la comida y música que les gustaba en vida.
En algunos de los camposantos más concurridos, como El Ángel en el centro histórico de Lima y el de Nueva Esperanza en el distrito de Villa María del Triunfo, algunas familias organizan verdaderas fiestas con músicos que tocan el folclor andino y cervezas para brindar en memoria de sus difuntos.
Los vendedores de flores, en las inmediaciones de los cementerios, aprovechan la masiva presencia de visitantes para incrementar los precios de las rosas, claveles, gladiolos y margaritas hasta en un 100 %.
Otra costumbre muy arraigada en las regiones de la sierra de Perú es la elaboración de las "Tanta Wawas", niños de pan en el idioma quechua, que son unos bizcochos grandes en forma de bebés envueltos a los que se les coloca rostros de recién nacidos y se les bautiza.
En las ciudades andinas como Andahuaylas y Ayacucho las panaderías hornean estas "Wawas", también en forma de caballitos y palomas, que son compartidas entre familiares como señal de aprecio y organizan sus propios bautizos, como una ocasión de celebración.
En Lima, el Ministerio de Cultura y la municipalidad metropolitana han organizado hoy el XVIII Concurso Nacional de Tanta Wawas para difundir esta tradición gastronómica popular, que se repite en Carnavales y Semana Santa.
El concurso es auspiciado por la Asociación Peruana de Empresarios de la Panadería y Pastelería (ASPAN) y está dirigido a los artesanos panaderos que producen anualmente estos bizcochos en distintos puntos del país.
La fecha también es ocasión para que los fieles católicos despidan a la imagen del Señor de los Milagros en su último recorrido del año por las calles del centro histórico de Lima.
Al mediodía, la imagen del también llamado "Cristo moreno" salió del convento de Las Nazarenas cargado en andas por la hermandad que organiza su procesión anualmente y que desde 2005 es considerada patrimonio cultural de Perú.
Miles de personas acuden a la procesión para rezar y acompañar a la imagen por las estrechas calles del centro, mientras que el arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, oficia una misa en su honor.
Cánticos religiosos, bandas de música, pétalos de flores y el humo del incienso rodean a la imagen del Cristo crucificado durante todo su recorrido hasta su retorno al convento, mañana por la madrugada.
En vista a la masiva asistencia de feligreses, la municipalidad de Lima ha anunciado una serie de cambios de ruta del sistema de transporte público para evitar el congestionamiento y malestar del público, que hubo a mediados de la semana en otro recorrido de la procesión.
La Cancillería de Perú recordó que este año la procesión del Señor de los Milagros llegó al Vaticano y fue saludada por el papa Francisco en la plaza de San Pedro.
Asimismo, procesiones similares se realizaron en Buenos Aires, Caracas, México, Santiago, Guayaquil, Valparaíso, Iquique y Mendoza en Latinoamérica.
En Estados Unidos, hubo actividades en honor al también conocido como Cristo de Pachacamilla en una decena de ciudades, e igualmente en urbes como Múnich, Ámsterdam, Turín, Milán, Valencia y París en Europa.
EFE
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