"No puedo respirar" y "no me maten", fueron las palabras que emitió George Floyd, de 46 años, luego de ser detenido tras una denuncia por supuesto delito de uso de dinero falsificado.
La muerte de un hombre negro en la ciudad de Minneapolis (Minnesota) causó una ola de indignación en Estados Unidos, después que se publicara un video en el que se ve a un policía blanco arrodillado sobre su cuello durante varios minutos.
En la dramática filmación, captada el lunes 25, el afroestadounidense, identificado como George Floyd, de 46 años, trata de pedir ayuda, gritando en repetidas ocasiones: "No puedo respirar".
Posteriormente, aparece inmóvil en las imágenes, antes de ser puesto en una camilla y trasladado en una ambulancia.
El incidente provocó protestas y violentos enfrentamientos ente la policía y manifestantes en la ciudad de Minneapolis durante dos noches consecutivas.
Cuatro funcionarios del Departamento de Policía de Minneapolis (MPD), involucrados en la muerte de Floyd, fueron despedidos y el FBI se sumó a la investigación de los hechos.
La MPD dijo en un comunicado que Floyd había muerto "después de un incidente médico durante una interacción policial" y agregaron que respondieron a una denuncia por supuesto delito de "uso de dinero falsificado", señalaron.
Los denunciantes dijeron que el sospechoso estaba "sentado en la parte superior de un automóvil azul y parecía estar bajo los efectos de alguna sustancia", detalló la MPD. Dos agentes ubicaron al sospechoso en su auto y se le ordenó bajarse del vehículo, pero el hombre opuso resistencia, según la policía.
"Los oficiales pudieron esposar al sospechoso y notaron que parecía estar sufriendo problemas médicos", agregó el comunicado. En el video, de 10 minutos, Floyd pide desde el suelo que "no me maten".
Durante varios minutos, se puede ver cómo el agente permanece inmóvil con su rodilla clavada en el cuello de Floyd, mientras éste le advierte que se queda sin respiración.
Los testigos instaron al agente a quitar la rodilla del cuello del hombre, señalando que no se estaba moviendo. A algunos se les escucha decir "le está sangrando la nariz", mientras otro suplica: "Quítese de su cuello".
Al respecto, la jefa de la Policía de Minneapolis, Medaria Arradondo, dijo que las políticas del uso de fuerza "con respecto a poner a alguien bajo control" serán revisadas, como parte de la investigación.
PURANOTICIA