Las familias de 42 estudiantes desaparecidos desde hace casi cuatro meses en el sur de México anunciaron hoy que irán a buscarlos "a todos los cuarteles del país".
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Ciudad de México, 14 ene (dpa) - Las familias de 42 estudiantes desaparecidos desde hace casi cuatro meses en el sur de México anunciaron hoy que irán a buscarlos "a todos los cuarteles del país", después de que el gobierno autorizara su ingreso a instalaciones militares, en un hecho inédito.
"Son 42 muchachos que nos faltan y no podemos quedarnos sentados", dijo el portavoz de las familias, Felipe de la Cruz, a la cadena de radio Fórmula.
Aunque las autoridades han rechazado que militares o policías federales estuvieran involucrados en la desaparición, la Procuraduría General de la República dio a conocer la noche del martes que se permitirá a los padres visitar los cuarteles para constatar que no están ahí.
Hasta ahora sólo se han encontrado los restos de uno de los 43 estudiantes de la Escuela Rural Normal (del magisterio) de Ayotzinapa detenidos el 26 de septiembre por policías municipales de la sureña ciudad de Iguala y supuestamente entregados a un grupo criminal que los asesinó, según testigos.
De la Cruz dijo que en una reunión que mantuvieron el martes con autoridades federales en la sede de la fiscalía general no se especificó cuántos cuarteles podrán visitar, pero adelantó que su intención es "buscar en todos los cuarteles del país".
La Procuraduría informó en un comunicado que los familiares pidieron ingresar a instalaciones militares e indicó que los cuarteles "están abiertos a todos los ciudadanos y que el ingreso se tendrá que hacer de manera ordenada y con respeto a las nuestras instituciones".
Para ello, los familiares tendrán que informar antes la fecha y hora de su visita a los cuarteles. De esta forma, las autoridades quieren evitar que se susciten nuevos incidentes violentos frente a instalaciones militares.
El lunes, un grupo de manifestantes, entre ellos padres, estudiantes de Ayotzinapa y maestros, trataron de ingresar por la fuerza al cuartel del 27 Batallón de Infantería de Iguala, la ciudad donde desaparecieron los estudiantes el 26 de septiembre.
Los manifestantes lanzaron palos, piedras, petardos y botellas contra los soldados que resguardaban el cuartel, además de utilizar un camión de transporte de refrescos para arremeter contra la valla de seguridad.
Luego arrojaron piedras e incendiaron un vehículo frente a otro cuartel en la ciudad de Chilpancingo, también en el estado de Guerrero.
La Secretaría de la Defensa Nacional presentó una denuncia por los incidentes, que dejaron 11 militares y seis policías lesionados, de acuerdo con la denuncia. Según los manifestantes, ellos fueron los agredidos por los soldados, con el resultado de varios heridos también de su lado.
El jefe de la agencia de investigación criminal de la procuraduría, Tomás Zerón, afirmó después de la reunión del martes con las familias que 385 personas, entre ellas 36 militares, han sido interrogados como parte de las investigaciones.
"De ninguna declaración que se ha obtenido en la procuraduría se desprende que elementos del Ejército o algún cuerpo de seguridad del Gobierno Federal haya tenido participación alguna en la desaparición de los estudiantes", afirmó.
