"No arriesguemos lo que hemos conseguido", dijo la Canciller alemana, que también advirtió que las restricciones debidas a la pandemia serían duraderas.
La canciller alemana, Angela Merkel, advirtió ante el Parlamento, en Berlín, sobre una flexibilización demasiado rápida de las restricciones impuestas por la pandemia del coronavirus Covid-19.
Merkel criticó la implementación "en parte muy enérgica, por no decir demasiado enérgica" en algunos estados federados alemanes de la apertura escalonada de la actividad económica y social acordada con los gobiernos regionales.
Entre otras cosas, se dispuso el 15 de abril que las tiendas de hasta 800 metros cuadrados pudieran reabrir desde el pasado lunes, tras registrarse un descenso de las cifras diarias de nuevas infecciones. Sin embargo, las estrictas restricciones de contacto se extendieron al menos hasta principios de mayo.
Merkel dijo ante el Bundestag que apoya esas decisiones con total convicción, pero advirtió que "su implementación desde entonces me preocupa". La canciller no mencionó a qué estados federados se refería con sus críticas.
En particular, el primer ministro de Renania del Norte-Westfalia, Armin Laschet, se mostró partidario de una mayor relajación, mediante actividades deportivas para jóvenes o la apertura de guarderías, parques infantiles y escuelas.
"No arriesguemos lo que hemos conseguido", dijo Merkel, y advirtió que las restricciones debidas a la pandemia serían duraderas, que la cuestión de cómo evitar que el virus sobrecargue el sistema de atención sanitaria y cueste la vida a innumerables personas seguirá siendo la cuestión central para los políticos de Alemania y Europa durante mucho tiempo.
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