Ataques terroristas en Francia, Kuwait, Siria y Túnez, marcaron la jornada en Europa y Medio Oriente. Todos ellos vinculados al yihadismo y el llamado del Estado Islámico a perpetrar atentados con sus enemigos en el mes del Ramadán.
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Por Matías Seccatore
La pauta informativa estuvo marcada este viernes por una serie de ataques terroristas en Francia, Túnez, Kuwait y Siria. Eventos que todavía no se saben si están vinculados, pero que enluta al mundo entero, debido al alto número de víctimas en cada uno de estos hechos.
De lo primero que nos enterábamos en la mañana de este viernes, era el ataque a una fábrica de gases en la localidad de Saint-Quentin-Fallavier, en el sureste de Francia. De inmediato el mundo recordaba lo ocurrido en enero cuando las oficinas de la revista Charlie Hebdo fueron atacadas por dos hombres enmascarados y armados con rifles de asalto y otras armas, que entraron en las oficinas de dicho semanario. Ellos dispararon hasta 50 tiros, matando a 11 personas e hiriendo a otros 11.
En la fábrica de gases, un hombre fue hallado decapitado a la entrada del recinto, luego que un vehículo entró dentro de la empresa Air Products y colisionó contra varias bombonas de gas dentro de la fábrica, lo que originó una explosión en la que un número indeterminado de personas resultaron heridas. Junto al hombre decapitado, el autor de los hechos depositó una bandera del Estado Islámico (EI).
Hasta el momento, un hombre ha sido detenido por estos hechos, identificado como Yasine Sali, de 35 años y originario de Saint-Priest, en la periferia de Lyon. El sujeto había sido fichado en 2006 por su radicalización y fue vinculado a movimientos salafistas entre 2006 y 2008.
En horas de la tarde, se informó que Sali era chofer de una empresa de repartos y su mujer fue detenida por la policía gala. Por su parte, el presidente francés, Francois Hollande, calificó los hechos como un acto terrorista.
La cifra de víctimas fatales aumentaría durante otros ataques perpetrados en Túnez, Kuwait y Siria. Tan sólo en la ciudad portuaria de Susa, en la costa este de Túnez, perdieron la vida 37 personas en un ataque en un hotel de la cadena española RIU, en el que unos hombres armados abrieron fuego contra los turistas que estaban tomando el sol en la playa.
En tanto, en un atentado suicida contra una mezquita chiita de Kuwait murieron al menos 25 personas. A ellos hay que sumarles más de 200 heridos de diversa consideración.El Estado Islámico asumió la autoría, al menos, de este atentado.
Y por si esto fuera poco, al menos 120 civiles murieron y más de 200 resultaron heridos durante la ofensiva del grupo terrorista Estado Islámico (EI), contra el enclave kurdo sirio de Kobani, en la frontera con Turquía.El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que citó a fuentes médicas y testigos, precisó que los civiles, entre los que hay decenas de menores y mujeres, perdieron la vida por disparos de los yihadistas.
De las 120 víctimas, al menos 72 de ellas perdieron la vida en la zona de Helinch, mientras que 48, en el área de Meqtele.
No está claro si estos atentados están relacionados entre sí, pero en todos hay indicios de un trasfondo islámico. El martes de la próxima semana se cumple un año desde que la agrupación extremista sunita Estado Islámico (EI) anunció el establecimiento de un califato islámico. El grupo instó además a sus simpatizantes a perpetrar atentados contra "enemigos" del Islam durante el mes del Ramadán, el mes sagrado del ayuno, actualmente en curso.
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