Esto, tras perder la segunda vuelta ante su competidor Emmanuel Macron.
Marine Le Pen prometió reformar al partido de extrema derecha Frente Nacional y convertirlo en la principal fuerza de oposición en Francia, tras su aplastante derrota ante el centrista Emmanuel Macron en las elecciones presidenciales del domingo.
Los analistas dijeron que la líder derechista de 48 años parece encaminada a mantener el control sobre el Frente Nacional (FN), a pesar de las críticas de algunos miembros del partido, incluido su propio padre, recibidas durante la campaña.
Aunque perdió con un 35 por ciento de los votos frente al 65 por ciento que recibió Macron, Le Pen obtuvo casi el doble que su padre cuando este llegó a la segunda vuelta en las elecciones de 2002, pero no alcanzó el 40 por ciento que los responsables de su partido dijeron sería un éxito.
El Frente Nacional, que se opone a la inmigración y a la Unión Europea, se centrará ahora en las elecciones parlamentarias de mediados de junio, aunque Le Pen reconoció que el partido necesita un cambio de largo alcance.
En una breve declaración ante sus partidarios, que abuchearon la victoria de Macron y luego cantaron tristemente el himno francés de "La Marseillaise" cuando se conoció la noticia de su derrota, Le Pen dijo que el Frente Nacional "debe renovarse profundamente".
"Propondré iniciar esta profunda transformación de nuestro movimiento para hacer una nueva fuerza política", sostuvo.
No estaba claro en esta etapa qué impacto tendrá la revisión sobre su política.
El segundo al mando del FN, Florian Philippot, dijo que el nuevo partido no se llamará Frente Nacional. El nombre es bien conocido en Francia y en el extranjero, pero está muy asociado entre los votantes con su padre, Jean-Marie Le Pen, quien ha sido condenado varias veces por incitación al odio racial.
PURANOTICIA / REUTERS