Nuevos ataques contra inmigrantes de países africanos han obligado hoy a decenas de personas a huir de sus casas en la ciudad sudafricana de Durban, con lo que ya son cientos los desplazados en esta ola de agresiones xenófobas, informaron a EFE fuentes de la comunidad congolesa en la zona.
Las agresiones, la mayoría de ellas contra inmigrantes procedentes de la República Democrática del Congo (RDC), Malaui y Zimbabue, comenzaron el lunes de la semana pasada y han provocado cientos de desplazados, que han encontrado refugio temporal junto a comisarias de Policía y edificios habilitados por las autoridades.
"Han atacado comercios, y después han ido casa por casa", dijo a EFE Raphael Kabambire, líder de Campaña de Solidaridad Congolesa, sobre los incidentes ocurridos hoy en el suburbio de Isipingo.
"Vivimos con miedo y necesitamos ayuda urgentemente", añadió Kabambire, que se encuentra en uno de los lugares donde han sido alojadas las víctimas.
La organización, que asiste a los desplazados, celebró ayer una manifestación de rechazo a la xenofobia junto a otro colectivo de inmigrantes somalís.
Durante la protesta, varios vecinos sudafricanos de Durban atacaron a los manifestantes y la Policía utilizó gas lacrimógeno contra los convocantes.
Los ataques xenófobos de esta naturaleza son habituales en zonas mayoritariamente negras de Sudáfrica, en las que los locales acusan a los inmigrantes de quitarles el trabajo.
La violencia en Durban, en el este del país, llega después de que el rey de los zulús, Goodwill Zwelithini, invitara a los inmigrantes africanos a irse del país y les acusara de privar a los sudafricanos de oportunidades de prosperar.
Posteriormente, uno de los hijos del presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, se refirió a los inmigrantes como "una bomba de relojería" para el país.
En enero, varias personas murieron en los actos de pillaje y destrucción de tiendas de inmigrantes somalís, etíopes o paquistaníes en los alrededores de Johannesburgo y Pretoria.
Algunas de las víctimas somalís han abandonado Sudáfrica en busca de otros destinos menos hostiles.
En 2008, decenas de personas murieron en Johannesburgo en una serie de ataques similares.
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EFE