El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, advirtió hoy del empeoramiento de la crisis en Yemen y consideró que la intervención de la coalición árabe liderada por Arabia Saudí podría tener graves consecuencias regionales.
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"Los ataques aéreos de la coalición, y los continuados intentos de los hutíes y sus grupos armados aliados para expandir su poder, han convertido una crisis política interna en un conflicto violento que plantea el riesgo de repercusiones regionales profundas y duraderas", dijo Ban en una conferencia de prensa.
"Lo último que necesita la región y nuestro mundo es más caos y crímenes como los que hemos visto en Libia y Siria", insistió.
El secretario general de la ONU, que condenó claramente la ofensiva de los rebeldes chiíes, evitó hacer lo propio con los bombardeos de los países árabes, aunque reconoció que han agravado la situación.
"Tras los progresos iniciales de los hutíes, la situación se ha intensificado mucho con la operación de la coalición militar árabe encabezada por Arabia Saudí", señaló.
Ban llamó a las partes a retomar el diálogo que trata de facilitar la ONU y defendió que "no hay otra solución" para poner fin a la crisis.
Mientras continúan los combates, pidió que se proteja a los civiles y se permita el trabajo de las agencias humanitarias.
En este sentido, recordó que ya antes del inicio del conflicto, las necesidades humanitarias en el país eran enormes, equivalentes a las que se registran en conjunto en los nueve países de la región del Sahel, una de las más pobres del mundo.
"La crisis no ha hecho más que multiplicarse en los últimos días", dijo Ban, que explicó que los yemeníes tienen dificultades para acceder a necesidades básicas como agua, alimentos y medicinas y cientos de personas han sido asesinadas en medio de los combates.
pn/kf
EFE
